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Theatrum: ECCE HOMO, el fuerte apego a los modelos fernandinos

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ECCE HOMO
Francisco Alonso de los Ríos (Valladolid, ?-1660)
Hacia 1638
Madera policromada
Museo Diocesano y Catedralicio, Valladolid
Procedente de la iglesia de San Juan de Letrán de Valladolid
Escultura barroca. Escuela castellana













La escultura vallisoletana del siglo XVII inevitablemente gira en torno a la personalidad artística de Gregorio Fernández, en especial durante la primera mitad del siglo. Su arrolladora creatividad y su magistral dominio del oficio relegaron a un segundo plano a toda una pléyade de escultores activos en la ciudad, unos coetáneos al gallego y otros discípulos u oficiales de su taller, en ambos casos artífices de obras que imitaban las del gran maestro o simples copistas que complacían a una abundante y variada clientela que demandaba los modelos fernandinos.

La extensa nómina de escultores y ensambladores que trabajaron como oficiales o colaboradores de Gregorio Fernández fue estudiada y publicada por María Antonia Fernández del Hoyo1, que se lamenta de que tras la muerte del maestro, ocurrida el 22 de enero de 1636, disminuyeran considerablemente las obras de calidad en Valladolid, siendo pocos los casos de aquellos —generalmente autores anónimos— que realizaron notables esculturas que copiaban sus modelos o intentaban emular su estilo, señalando como únicas excepciones los trabajos de los escultores Andrés Solanes, Mateo de Prado, Pedro Jiménez y Francisco Alonso de los Ríos, a los que considera seguidores aventajados.

A estos estudios se sumaron los trabajos publicados por Jesús Urrea2, que vinieron a esclarecer el panorama artístico vallisoletano de aquel momento, determinado por una decadencia económica y social de la ciudad al concluir el primer tercio del XVII que tuvo su reflejo en el arte, situación que no sería remontada hasta las postrimerías del siglo, momento en que aparecieron nuevos escultores que intentaban desvincularse de la "estandarización" que había producido la admiración de las obras de Gregorio Fernández, cuya altura nunca consiguieron alcanzar sus imitadores, tanto en el aspecto conceptual como en el técnico (volumen, canon, proporciones, detalle en manos y rostros, tratamiento de los plegados, etc.).

En base a estos presupuestos, podemos acercarnos a la obra del escultor Francisco Alonso de los Ríos, al que Jesús Urrea ya había dedicado años antes un estudio monográfico3. Este escultor, nacido en Valladolid a finales del siglo XVI, perteneció al grupo de aquellos que a lo largo de su vida profesional, en parte contemporánea de Gregorio Fernández, se dedicaron en gran medida a emular sus modelos para satisfacer la demanda de una clientela a la que el gran maestro no podía atender por exceso de trabajo. No obstante, el taller de Francisco Alonso de los Ríos se coloca por méritos propios en un lugar sobresaliente, dando muestras de grandes dotes para la creatividad a pesar de tener que replegarse al repertorio fernandino exigido por los comitentes, consiguiendo impregnar a su obra, a pesar de todo, de un estilo personal muy peculiar.

Francisco Alonso de los Ríos primero fijó su residencia en el barrio de San Juan, junto al Monasterio de Nuestra Señora de la Merced, donde vivió tras contraer matrimonio con doña Luisa Hernández en 1606. Un año después, al quedarse viudo, compraba unas casas en "la cruz de San Andrés" (actual plaza de la Cruz Verde), donde permanecería instalado su taller hasta su muerte en 1660.
Allí comenzaría su considerable producción para Valladolid y su zona de influencia,  siendo su primera obra conocida la Virgen del Rosario, destinada a la parroquia de Cevico de la Torre (Palencia) y documentada en 1620. El año 1622 el ensamblador Marcos de Garay, que había contratado un retablo solicitado por el Monasterio de Santo Domingo de Silos, subcontrataba a Francisco Alonso de los Ríos la parte escultórica, que incluía las imágenes de Santo Domingo de Silos y San Sebastián, con cuatro relieves a los lados con San Benito, Santa Escolástica, San Gregorio y San Miguel, completándose con otro relieve de Dios Padre en el remate y el Salvador, San Pedro y San Pablo en el tabernáculo. Esta obra fue destruida por un incendio.

     En 1629 entraba como aprendiz de su taller Jusepe de Pereda, mozo de catorce años que era hermano de Antonio de Pereda, el pintor vallisoletano que tiempo después alcanzaría la fama en la Corte madrileña.

En ese momento Francisco Alonso de los Ríos ya había asumido los modos de trabajo y los modelos arquetípicos creados por Gregorio Fernández, como puede apreciarse en las esculturas de San Juan Bautista, San Antolín, Santa Isabel y Santa Catalina que junto al grupo del Calvario y el tabernáculo elaboró entre 1631 y 1634 para el retablo que presidiría la capilla de las Maldonado en la iglesia de San Andrés de Valladolid, uno de sus mejores conjuntos. Un Calvario de similares características corona el retablo que se le atribuye en la iglesia de la población vallisoletana de Montemayor de Pililla, donde Alonso de los Ríos incorpora relieves que en su mayoría se inspiran en modelos fernandinos. Más personales son las representaciones de Cristo crucificado, como el Cristo del Humilladero de Pesquera de Duero (Valladolid), el de Alba de Cerrato (Palencia) y el del convento de San Pablo de Valladolid.

Sin embargo, ajustándose con gran fidelidad a los modelos de Gregorio Fernández, realiza una serie de representaciones del Ecce Homo que siguen todas las modalidades creadas por el maestro gallego; unas  de cuerpo entero, de pie o sentado, y otras en forma de bustos que llegan a la cintura, en todos los casos incorporando el uso de postizos como ojos de cristal, corona de espinas trenzada, sogas para los amarres, una caña en la mano, etc., con la peculiaridad de que, en aquellos casos que incorpora una clámide sobre el cuerpo de Cristo, esta va enteramente tallada en madera para convertirse en finas láminas que simulan un textil real, siguiendo el modelo creado hacia 1620 por Gregorio Fernández en la figura central del paso de la Coronación de espinas de la Cofradía de la Santa Vera Cruz de Valladolid (actualmente al culto como imagen independiente en la iglesia penitencial de dicha cofradía).

Francisco Alonso de los Ríos. Ecce Homo
Ermita de la Vera Cruz, Nava del Rey (Valladolid)
El mimetismo de Alonso de los Ríos respecto a Fernández es especialmente significativo en la imagen del Ecce Homo sedente de la ermita de la Vera Cruz de Nava del Rey (Valladolid), elaborada hacia 1645, trabajo al que había antecedido hacia 1638 el Ecce Homo del que tratamos, que presentado de pie se inspira directamente en el Ecce Homo que hiciera Gregorio Fernández hacia 1621 y que fue adquirido por el licenciado Bernardo de Salcedo, párroco de la primitiva iglesia de San Nicolás, para donarla a dicho templo vallisoletano (actualmente conservado en el Museo Diocesano y Catedralicio de Valladolid).

En 1639 Francisco Alonso de los Ríos fue víctima de una agresión producida por un ensamblador hijo de su colaborador Melchor de Beya, joven que tras ser denunciado acabó en la cárcel. Durante la década de 1640 este escultor realizaba para Juan de Medina Carranza, las esculturas del retablo de la capilla de San Juan Bautista de la iglesia de Santa María de Tordesillas (Valladolid), de la que era patrono, donde de nuevo incluye unas imágenes de San Juan Bautista, Santa Clara y Santa Catalina inspiradas en los modelos fernandinos. Sin embargo, para la iglesia de Santiago, también de Tordesillas, realizó en 1646 una Inmaculada que no sigue el arquetipo creado por Fernández para dejar aflorar sus dotes creativas, con la Virgen representada en edad madura.

En 1648 Francisco Alonso de los Ríos hacía las esculturas de un retablo que, contratado por Bernardo Rincón, con el que colaboraba en ocasiones, estaba destinado a la iglesia de las Agustinas Recoletas, con el tiempo reconvertida en parroquia de San Ildefonso, en cuya iglesia actual se conservan algunos de los relieves de la infancia de Cristo que lo integraron.  

De su segundo matrimonio con doña Magdalena de Haro el escultor tuvo varios hijos, de los que sólo cuatro le sobrevivieron cuando Francisco Alonso de los Ríos murió en Valladolid en 1660: Antonio, Pedro, Isabel y Juan, siendo Pedro Alonso de los Ríos, bautizado en 1641 en la iglesia de San Andrés, el único que continuó el oficio artístico de su padre. Este, que se había formado en el taller paterno, ese mismo año de 1660 abandonaba Valladolid para trasladarse al ambiente cortesano de Carlos II en Madrid, donde, según apunta Palomino, rápidamente consiguió un gran prestigio4Francisco Alonso de los Ríos fue sepultado en la iglesia de San Andrés, a la que pertenecía por razones de vecindad.

EL ECCE HOMO DEL MUSEO DIOCESANO Y CATEDRALICIO DE VALLADOLID 

Actualmente conservado en el Museo Diocesano y Catedralicio, procede de la iglesia de San Juan de Letrán de Valladolid, donde permaneció hasta que fue cerrada al culto. Realizado por Francisco Alonso de los Ríos hacia 1638, supone una réplica del modelo de Gregorio Fernández conservado en el mismo museo, aunque con ligeras variantes respecto del original, como la posición elevada de la cabeza y el tener la clámide y el paño de pureza tallados enteramente en madera.

Cristo, de tamaño natural —162 cm. de altura—, aparece desnudo y de pie, en posición de contrappostoy con los brazos cruzados a la altura del pecho en actitud de sumisión. La cabeza, dispuesta frontalmente, aparece ligeramente elevada con un gesto ensimismado, con ojos muy abiertos dirigiendo la mirada a lo alto y la boca entreabierta dejando apreciar los dientes y la lengua, como si musitara una súplica ante el doloroso trance. El escultor se esmera en el tallado minucioso de la barba y los cabellos, en ambos casos siguiendo los modos de Fernández, la primera con dos puntas de mechones simétricos y los segundos con raya al medio y los característicos tres mechones sobre la frente, aunque coloca rizos filamentosos sueltos e intercala espacios ahuecados. Para acentuar este naturalismo también recurre al uso de postizos, como los ojos de cristal, una corona de espinos naturales trenzados y regueros de sangre sobre una base de resina.

A pesar de inspirarse en el modelo de Gregorio Fernández, Francisco Alonso de los Ríos, como era habitual en sus esculturas, incorpora elementos propios para personalizar la obra, como un ancho paño de pureza enrollado a la cintura formando minuciosos pliegues en todas las direcciones, con un anudamiento en la parte izquierda y uno de los cabos agitado por la brisa. Es precisamente este característico trabajo de los pliegues de la indumentaria lo que define el estilo de este escultor, a pesar de que presentan la misma dureza y formas quebradas que en los modelos fernandinos.
La esbelta anatomía, en cuyas manos se aprecian los nudillos muy marcados, también característicos de este escultor, aparece recubierta por una clámide tallada que le cubre solamente el hombro derecho y se sujeta mediante una fina cinta sujeta con dos botones, cayendo verticalmente por la espalda formando pliegues ondulados y permitiendo contemplar al frente la desnudez de la figura. En ella Francisco Alonso de los Ríos hace gala de su pericia al reducir el espesor a finas láminas simulando una tela real.

Francisco Alonso de los Ríos. Ecce Homo, 1641. Paso Preparativos para
la Crucifixión, Museo Nacional de Escultura, Valladolid
Completa su aspecto una efectista policromía de colores planos en los textiles y una encarnación en la que se acentúan los rastros de la tortura mediante hematomas violáceos y pequeños regueros de sangre, todo ello pidiendo a gritos una operación de limpieza para recuperar sus valores plásticos. El hecho de figurar grandes llagas en las rodillas remite más al momento del expolio previo a la crucifixión que a su presentación en el pretorio después de ser flagelado.

Según recoge María Antonia Fernández del Hoyo, en 1641 Francisco Alonso de los Ríos repetía este modelo para una capilla del convento de Agustinos Recoletos, una escultura que pasó al Museo Provincial de Bellas Artes de Valladolid tras el proceso desamortizador. Esta escultura, de idénticas características a las del Ecce Homo del Museo Diocesano y Catedralicio, presenta una anatomía menos esbelta y una clámide algo más larga. Por las características ya apuntadas, actualmente integra el paso procesional "Preparativos para la Crucifixión" o momento del expolio, donde se acompaña de tres sayones tallados por Juan de Ávila en 1680. Este grupo procesional se guarda en el Museo Nacional de Escultura y desfila el Viernes Santo con la Cofradía Penitencial del Stmo. Cristo Despojado, Cristo Camino del Calvario y Ntra. Sra. de la Amargura, con sede en la iglesia de San Andrés.


Informe y fotografías: J. M. Travieso.

Francisco Alonso de los Ríos. Ecce Homo, 1641. Paso Preparativos para
la Crucifixión, Museo Nacional de Escultura, Valladolid


NOTAS

1 FERNÁNDEZ DEL HOYO, María Antonia. Oficiales del taller de Gregorio Fernández y ensambladores que trabajaron con él. Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología (BSAA) Tomo 49, Universidad de Valladolid, 1983, pp. 347-374.

2 URREA FERNÁNDEZ, Jesús. Escultores coetáneos y discípulos de Gregorio Fernández en Valladolid. Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología (BSAA) Tomo 50, Universidad de Valladolid, 1984, pp. 349-370.
URREA FERNÁNDEZ, Jesús. Escultores coetáneos y discípulos de Gregorio Fernández en Valladolid (II). Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología (BSAA) Tomo 58, Universidad de Valladolid, 1992, pp. 393-402.

3 URREA FERNÁNDEZ, Jesús. El escultor Francisco Alonso de los Ríos (¿-1660). Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología (BSAA) Tomo 38, 1972, pp. 355-369.

4 BARRIO MOYA, José Luis. El escultor vallisoletano Pedro Alonso de los Ríos: aportación documental. Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología (BSAA) Tomo 63, Universidad de Valladolid, 1997, pp. 411-425.






Francisco Alonso de los Ríos. San Juan Bautista y San Antolín
Retablo de la capilla de las Maldonado. Igl. de San Andrés, Valladolid















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VIAJE: ESTAMBUL Y CAPADOCIA AL COMPLETO, del 23 de abril al 2 de mayo 2016

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PROGRAMA

Sábado 23 de abril   MADRID-CAPADOCIA
Salida de Valladolid a las 8,30 h. desde la plaza de Colón con destino a Madrid/Barajas. Presentación en el aeropuerto, trámites de facturación y salida del  vuelo con destino Capadocia, vía Estambul. Llegada, recepción en el aeropuerto y traslado al hotel. Cena fría y alojamiento en el hotel.

Domingo 24 de abril   CAPADOCIA
Desayuno y salida para la visita de esta maravillosa región, una mezcla de los caprichos de la naturaleza y el arte humano. Visita al Museo al Aire Libre de Göreme (entrada incluida), patrimonio mundial de la humanidad desde 1984. Se asemeja a un complejo monástico compuesto por  decenas de monasterios colocados lado a lado, cada uno con su propia iglesia decorada con frescos. La mayoría de las iglesias pertenecen a los siglos X, XI y XII.  Paradas en los valles de Avcilar y Güvercinlik donde se disfruta de un increíble paisaje lunar. Almuerzo. A continuación, unas típicas visitas a los talleres de alfombras y de ónix y turquesa donde se puede encontrar la calidad y buen precio. Visita de Çavusin, un pueblo típico de la región con sus casas de diferentes culturas. Recorrido por el valle de Paşabağ. A continuación visita al valle de Uçhisar, donde se puede contemplar la antigua fortaleza excavada en la roca (entrada incluida). Visita del Valle de Amor donde veremos las formaciones más curiosas de Capadocia. Cena y alojamiento en el hotel.
(En Capadocia tendrán posibilidad de realizar una excursión en globo aerostático opcionalmente al amanecer y participar en un espectáculo de bailes folklóricos en una típica cueva con bebidas regionales ilimitadas).

Lunes 25 de abril   CAPADOCIA-KONYA
Desayuno, Visita de la Ciudad subterránea de Kaymaklı ó Ozkonak excavadas por las primeras comunidades cristianas (entrada incluida) y salida hacia Konya, en la ruta visita de una típica posada medieval de La Ruta de Seda. Almuerzo en ruta. Llegada a Konya. Cena y alojamiento en el hotel.

Martes 26 de abril   KONYA-PAMUKKALE
Desayuno. Visitaremos el centro de los sufís Mevlana visita de su Museo (entrada incluida), y salida para Pamukkale con almuerzo en ruta. Pamukkale es famosa por sus cascadas calcáreas petrificadas que se han formado a causa de la cal del agua que emana en la zona. A la llegada Visita de Hierapolis ( entrada incluida), posee una necrópolis de más de 150.000 tumbas y uno de teatros más bonitos. Cena y alojamiento en el hotel.

Miércoles 27 de abril   PAMUKKALE-AFRODICİAS-ÉFESO-IZMIR
Desayuno y continuación del viaje  hacia Afrodicias (entrada incluida). Una de las ciudades romanas más bellas de su época salida hacia Éfeso. Visita de la Casa de Virgen Maria ( entrada incluida), continuamos hacia  Éfeso la Capital de Asia Menor en la época romana. Almuerzo. Visita de los vestigios arqueológicos ( entrada incluida) donde destaca el templo de Adriano y la biblioteca de Celso. Cena y alojamiento en hotel zona de Izmir.

Jueves 28 de abril   İZMIR-PERGAMON-BURSA-ESTAMBUL
Después del desayuno continuaremos hacia Pergamon. Visitaremos el Acropol de la ciudad  y Asklepion (entradas incluidas), que se considera como primer hospital del mundo. A continuación salida para Bursa, la primera capital del İmperio Ottomano y almuerzo. En Bursa visita panorámica, donde se encuentra  La Gran Mezquita (entrada incluida) de estilo selyucida, con un oratorio de 12 pilares que sostienen el peso de veinte cúpulas y el Koza Han (Bazar de la Seda), edificio del siglo XIV que conserva las mismas dependencias y la tradicional forma de negociar entre productores y comerciantes. El  Mausoleo verde, entrada incluida) de estilo genuinamente turco, que recibe su nombre por los azulejos de color azul verdoso que recubren su interior. Salida hacia Estambul cruzando en ferry el mar Mármara, traslado al hotel. Cena y alojamiento en el hotel.
---Visita nocturna dependiendo del horario de llegada al hotel. Si no, se realizará otro de los días posteriores.

Viernes 29 de abril   ESTAMBUL CLÁSICO
Desayuno y salida para la visita de la parte antigua comenzando por la Plaza de Beyazit. En esta zona  es donde están concentrados los monumentos más destacados otomanos y bizantinos. Entraremos en  la Mezquita de Soliman, después veremos el famosísimo templo de Santa Sofía ( entrada incluida). Fue el santuario más grande del mundo hasta el siglo XVII Visita del Palacio de Topkapı (entrada incluida). Almuerzo dentro del Palacio de Topkapi. A continuación veremos el Hipódromo Romano, que conserva el Obelisco de Teodosio, , la Columna Serpentina y la Fuente del Emperador Guillermo. Visitaremos también Las Cisternas: Binbirdirek y Cisterna Basilica (entradas incluidas), posteriormente nos dirigiremos a el Museo Arqueológico (entrada incluida). Terminaremos nuestra excursión con la entrada a  la famosa Mezquita Azul y sus jardines, la única del mundo con 6 minaretes. Visita del Gran Bazar. Cena y alojamiento en el hotel.

Sábado 30 de abril   ESTAMBUL BÓSFORO
Desayuno y salida  entraremos en la Mezquita de Eyup y el Barrio de Eyup, despues de la visita subiremos con teleférico a la Cafetería de Pierre Lotti donde tenemos las mejores vistas del Cuerno de Oro. Visita de la Iglesia de San  Salvador de Chora (entrada incluida) como mejor iglesia que refleja el arte Bizantino en mosaicos y frescos y pasaremos por las Murallas y el Acueducto. A continuación cruzaremos a la parte asiática por el primer puente colgante de Bósforo y visitaremos Los Jardines de Çamlıca donde tenemos una vista espectacular de Estambul de la parte asiática. Almuerzo en Las orillas de Bósforo y a continuación tomaremos el barco privado para cruzar  el Bósforo y conoceremos las orillas asiáticas y europeas, los Palacios y las casas más bonitas del país. Entraremos  a la Mezquita Nueva  y  visitaremos el Bazar de las Especias. Traslado al hotel y salida para cenar  en el  barco de  ORIENT HOUSE* , traslado y alojamiento en el hotel.

Domingo 1 de mayo   ESTAMBUL BOHEMİA
Desayuno y salida para la visita del Palacio de Dolmabahçe (entrada incluida). A continuación subiremos a la Plaza de Taksim y caminaremos por la calle İstiklal hasta Torre de Gálata. Subiremos a la torre (entrada incluida) y desde allí bajaremos hasta el Puente de Gálata para el almuerzo. Posibilidad opcional  de Baños Turcos cimberlitas. Traslado al hotel y salida para cenar en el Kumkapi (Pescado). Traslado y alojamiento en el hotel.

Lunes 2 de mayo   ESTAMBUL-MADRID
Desayuno. A la hora indicada, traslado al aeropuerto y vuelo de regreso a Madrid. Traslado a Valladolid.


PRECIO SOCIO: 1350 € (habitación doble)
PRECIO NO SOCIO: 1400 € (habitación doble)
PRECIO SOCIO: 1710 € (habitación individual)
PRECIO NO SOCIO: 1760 € (habitación individual)


INCLUYE:
- Autobús Valladolid-Madrid-Valladolid.
- Acompañante agencia transfer.
- Pasajes de avión en vuelos regulares, clase turista.
- 4 noches de estancia en Estambul en régimen de pensión completa, hotel tipo Beyaz Saray  (2 cenas hotel, 2 cenas restaurantes indicados, 3 almuerzos restaurantes locales).
- 5 noches de circuito en hoteles de 4* y régimen de pensión completa (5 cenas y 5 almuerzos).
- Traslados aeropuerto-hotel-aeropuerto.
- Transporte en autobús según ruta indicada.
- Visitas indicadas con guía local de habla hispana y entradas  según itinerario:
CAPADOCIA
- Museo al aire libre de Goreme (entrada incluida).
- Valles de Avcilar y Güvercinlik.
- Visitas a los talleres de alfombras y de ónix y turquesa.
- Visita de Çavusin.
- Fortaleza de Uchisar (entrada incluida).
- Ciudad subterránea de Ozkonak ó Kaymaklı  (entrada incluida).
- Visita de una típica posada medieval de La Ruta de Seda.
KONYA
- Centro  de los sufís Mevlana  visita de su Museo (entrada incluida). 
PAMMUKALE
- Hierápolis (entrada incluida).
- Afrodisias (entrada incluida).
EFESO
- Casa de la Virgen María (entrada incluida).
- Visita de los vestigios arqueológicos (entrada incluida).
PERGAMON
- Acropol y Asklepion Pergamon (actual Bergama).
BURSA
- Visita Panorámica.
- Mezquita Grande.
- El Koza Han (Bazar de la Seda).
- Mausoleo verde de Bursa (entrada incluida).
- Ferry de Bursa-Estambul.
ESTAMBUL
- Visita de la parte antigua.
- Plaza de Beyazit.
- Mezquita de Soliman.
- Santa Sofía (entrada incluida).
- Palacio Topkapi (entrada incluida).
- Hipódromo Romano.
- Obelisco de Teodosio.
- La Columna Serpentina.
- La Fuente del Emperador Guillermo.
- Cisterna Binbirdirek (entrada incluida).
- Cisternica Basílica (entrada incluida).
- Museo Arqueológico (entrada incluida).
- Mezquita Azul.
- Jardines de Mezquita Azul.
- Gran Bazar.
- Mezquita de Eyup.
- Barrio de Eyup.
- Teleférico (Pierre Lotti).
- Iglesia de Salvador de Chora (entrada incluida).
- Murallas y acueducto.
- Los Jardines de Çamlıca.
- Barco Bósforo.
- Mezquita Nueva.
- Bazar de las Especias.
- Cena en restaurante Orient House.
- Palacio de Dolmabahçe (entrada incluida).
- Plaza de Taksim.
- Torre Gálata (entrada incluida).
- Cena en el Kumkapi.
- Audio individual en las visitas.
- Seguro de viaje Mapfre Asistencia y Cancelación.
- Dossier Domus Pucelae.
- Acompañante Domus Pucelae.
- Reunión informativa del viaje se avisara posteriormente, en principio está prevista sobre el 4/4/16.
- Visado: se realizará en Tempo Tours, oficina c/ Santa Clara.
- Tasas de aeropuerto (aprox. 185 €).

NO INCLUYE:
- Bebidas y propinas.

REQUISITOS: Grupo mínimo 30 y máximo 40 personas.

Hoteles previstos o similares:
Capadocia: Hotel Avrasya, Yiltok, Antinoz, Dedeman 4*– 2 noches.
Konya: Hotel Anemon 4*– 1 noche.
Pamukkale: Hotel Tripolis, Richmond 4*– 1 noche.
Esmirna: Armis 4*– 1 noche.
Estambul: Hotel Beyaz Saray 4*– 4 noches.

Horario de vuelos previstos:
23 de abril
MAD IST    TK1858 1245-1805
IST NVH    TK2018 2050-2215
2 de mayo
IST MAD    TK1859 1320-1650


INFORMACIÓN Y RESERVA DE PLAZAS: Información y reserva de plazas en: domuspucelae@gmail.com o tfno. 608 419 228  desde las 0 horas del 24 de febrero hasta el 2 de marzo 2016.


FORMA DE PAGO:
Entrega a la reserva de 350 €. El resto del importe del viaje antes del 8 de abril en Viajes Carrefour Valladolid 9, en calle Santa Clara 1 (esquina con Gondomar), Valladolid.
El pago se podrá realizar en efectivo, con tarjeta de crédito o por transferencia (solicitar información a la agencia).






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VIAJE: PRIMAVERA EN CATALUÑA, del 17 al 24 de abril 2016

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PROGRAMA


Domingo 17 de abril
Salida a las 7,30 h. desde la plaza de Colón con dirección a Barcelona. Comida en ruta. Cena y alojamiento en Barcelona.

Lunes 18 de abril
Visita panorámica a la ciudad de Barcelona con guía local. Visitas según programa Domus Pucelae. Cena y alojamiento en Barcelona.
 
Martes 19 de abril
Salida en autocar hacia el monasterio de San Pedro de Roda. Visita a las ciudades de Figueras y Gerona. Regreso a Barcelona, cena y alojamiento.

Miércoles 20 de abril
Salida para recorrer el monasterio de San Juan de las Abadesas, el monasterio de Ripoll y la villa de Olot. Regreso a Barcelona, cena y alojamiento.

Jueves 21 de abril
Salida hacia Reus para visitar la arquitectura modernista. A continuación traslado a Tarragona y visita a la ciudad. Regreso a Barcelona, cena y alojamiento.

Viernes 22 de abril
Salida hacia la abadía de Montserrat. De regreso, visita a la iglesia de San Pedro de Tarrasa. Tarde libre en Barcelona.

Sábado 23 de abril
Salida para visitar Lérida y  Balaguer. Regreso a Barcelona, cena y alojamiento.

Domingo 24 de abril
Salida hacia Valladolid en autocar, con paradas para visitas de camino (Regreso alternativo en vuelo Barcelona-Valladolid).


PRECIO SOCIO: 675 € (en habitación doble).
PRECIO SOCIO: 885 € (en habitación individual).
PRECIO NO SOCIOS: Incremento de 50 € sobre los precios marcados.


REQUISITOS: Grupo mínimo 16 y máximo 30 personas.

INCLUYE:
Viaje en autocar durante todo el recorrido.
Régimen de media pensión en hotel de Barcelona (4*).
Dossier informativo Domus Pucelae.
Seguro Básico de Viaje.
Visitas guiadas a Barcelona, Gerona, Tarragona y Lérida.

NO INCLUYE
Entradas a museos y monumentos.
Extras de hotel y otros gastos no especificados.
Vuelo de regreso (opcional), cuyo precio es de 75 € (no incluye maleta).

INFORMACIÓN Y RESERVA DE PLAZAS: Por correo en la dirección domuspucelae@gmail.com o llamando al teléfono 608 419228 a partir de las 0 horas del día 21 de febrero.


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Música en febrero: CANTIGA 217 DE ALFONSO X EL SABIO, por los Músicos de Urueña

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CANTIGAS DE SANTA MARÍA, DE ALFONSO X EL SABIO
Cantiga 217: Trata de como un conde de Francia que siguiendo el Camino de Santiago llegó a la iglesia de Santa María de Villalcázar de Sirga, no pudo entrar a la iglesia hasta que confesó sus muchos pecados.
Intérpretes: Músicos de Urueña (grabación de 2012).

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Charla-reportaje: UZBEKISTÁN, 27 de febrero 2016

Concierto: PIANO MÍSTICO, 27 de febrero 2016

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MUSEO NACIONAL DE ESCULTURA. CAPILLA DEL MUSEO
Calle Cadenas de San Gregorio, Valladolid

Ciclo de conciertos con motivo de la exposición
NADA TEMAS, DICE ELLA


Sábado 27 de febrero
Capilla del Museo, 20 h.
PIANO MÍSTICO
Marta Espinós, piano
Obras de Torres, Mompou, Messiaen, Bloch y Camacho

Precio entrada: 10 € / 8 € para los Amigos del Museo
Entradas a la venta en la tienda del Museo a partir del 2 de febrero


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Theatrum: BUSTO DEL EMPERADOR CARLOS V, imagen de una adolescente melancolía

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RETRATO DEL EMPERADOR CARLOS V
Anónimo
Hacia 1520
Piedra caliza
Museo Nacional de Escultura, Valladolid
Escultura renacentista. Escuela flamenca










De pocos personajes históricos de occidente se hicieron tantos retratos en vida como del emperador Carlos V (Gante, 1500-Cuacos de Yuste, 1558), hijo de Juana I de Castilla y Felipe I el Hermoso, duque de Borgoña, de cuya imagen quedaron numerosos testimonios pictóricos y escultóricos desde su adolescencia hasta su retiro en el monasterio de Yuste. Como es natural, en su mayoría fueron realizados por destacados artistas de su tiempo, como es el caso de los pintores flamencos Bernard van Orley y Jan Cornelisz Vermeyen, del alemán Lucas Cranach el Viejo y del gran maestro veneciano Tiziano, a los que se suman los retratos escultóricos del flamenco Conrad Meit y la importante colección —en la modalidad de medallas, relieves, bustos y figuras de cuerpo entero— realizada por los milaneses Leone y Pompeo Leoni. En todos ellos queda definida la imagen oficial de la Casa de Habsburgo, cuyos miembros también fueron retratados repetidamente, casi siempre sirviéndose del arte para potenciar su prestigio con fines propagandísticos.

La figura histórica del emperador Carlos V aparece vinculada al fructífero periodo del Renacimiento, en cuya evolución artística el género del retrato fue recuperado de las culturas clásicas y potenciado en todas sus modalidades hasta límites insospechados.

Concebido como un medio para perpetuarse por parte de los personajes poderosos, no pudo sustraerse al componente humanístico para formar parte de la memoria histórica, lo que motivó a los artistas a realizar sus propios autorretratos y a los mecenas a encargar los suyos, incluyendo a miembros de su familia. Pero no sólo eso, sino que el género del retrato también se mostraría idóneo para expresar la memoria perdurable de ilustres sabios, héroes y santos, llegándose incluso a recrear la imagen de renombrados personajes históricos de la antigüedad para ser colocados en los gabinetes particulares de algunos gobernantes.

Asimismo, se podría hablar del componente religioso de algunos de ellos, pues del retrato también se sirvieron en el Renacimiento algunos comitentes para expiar sus pecados, haciéndose retratar junto a personajes sagrados como donantes o incorporándose a episodios evangélicos en los que quedaba implícita su redención, adquiriendo un especial significado en el arte funerario. Otro tanto ocurriría respecto al prestigio militar y político, donde el retrato adquiría un valor testimonial y propagandístico mediante las plasmación de unos rasgos identificables con afán de notoriedad e inmortalidad.

Una modalidad del retrato renacentista fue aquella que se inspiraba en los retratos de los emperadores romanos, de los que algunos escultores italianos recuperaron la tipología del busto, como fue el caso de Verrocchio, autor de retratos de varios miembros de la familia Medici en los que estableció la versión florentina de este tipo de representación. En esta misma línea trabajaría después Pietro Torrigiano, que tras formarse en Florencia y asistir a la corte de Lorenzo el Magnífico recorrió Roma y Siena hasta que en 1509 fue reclamado por Margarita de Austria para que trabajara en Amberes. A este escultor, autor de una buena serie de retratos en busto de personajes florentinos, se le considera el introductor de esta modalidad en tierras flamencas, como tiempo después lo haría en la corte inglesa.

Izda: Conrad Meit. Busto del emperador Carlos V, 1518, Gruuthuse Museum, Brujas
Dcha: Anónimo flamenco. Busto del emeprador Carlos V, h. 1520, Museo Nacional de Escultura, Valladolid
A esta tipología responde el retrato del emperador Carlos V que se expone en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid, realizado en piedra caliza por un escultor desconocido con una finalidad de exaltación política. A juzgar por los rasgos fisionómicos, cuya fidelidad está fuera de toda duda, el emperador aparece representado con unos veinte años, por lo que puede aventurarse su datación en torno a 1520, cuando tras recorrer varios enclaves españoles heredados de sus abuelos y recabar dinero en Castilla para poder competir con Francisco I de Francia regresó a Alemania para ser coronado en Aquisgrán.

El retrato, que está esculpido con minuciosidad flamenca, presenta numerosas similitudes con los bustos realizados en terracota policromada por el escultor de origen alemán Conrad Meit, que trabajó en la corte de Malinas para Margarita de Austria. Este escultor realizaba en 1518 el busto del joven Carlos, al que el 9 de febrero de ese mismo año las Cortes de Castilla, reunidas en Valladolid, juraron como rey junto a su madre Juana. Esta obra, conservada en el Gruuthuse Museum de Brujas, es prácticamente idéntica al modelo pétreo de Valladolid, compartiendo la misma vestimenta —camisa con el cuello fruncido, jubón y manto— y el collar del Toisón de Oro sobre el pecho, difiriendo en los grandes penachos del sombrero y en los acentuados rizos del cabello.

Conrad Meit. Busto de Carlos V, 1519, Gruuthuse Museum, Brujas
También en el Gruuthuse Museum de Brujas se conserva otro busto similar realizado en terracota policromada por Conrad Meit en 1519, cuando Carlos se hallaba en Barcelona convocando las Cortes catalanas, con el mismo tipo de sombrero y pelo liso. Ambos bustos de terracota tienen su correspondencia con los modelos plasmados por el pintor flamenco Bernard van Orley en dos pinturas, una realizada en 1518 que se conserva en el Museo del Louvre de París y otra de 1519 que se guarda en el Museo Nacional de Bellas Artes de Budapest. En todas estas obras, con mayor o menor grado de idealización, se repiten los mismos rasgos fisionómicos y la misma indumentaria de gala que presenta la escultura de Valladolid.

El emperador Carlos, con la cabeza ligeramente vuelta hacia la izquierda, presenta un rostro alargado, ojos rasgados, mentón prominente y el labio inferior caído como indicio de prognatismo mandibular desde su nacimiento. Como en otras representaciones de la época, luce una melena corta que le llega por debajo de las orejas, en este caso con mechones rizados, y un flequillo recto sobre la frente igualmente con mechones rizosos. A pesar de acusar cierto deterioro en la superficie, seguramente por haber permanecido colocada a la intemperie, en su indumentaria se aprecia una camisa con un cuello circular fruncido, el preceptivo jubón de moda en el siglo XVI y parte de un manto con cuello vuelto. En la serie de aderezos, los más llamativos son el collar del Toisón de Oro sobre el pecho, símbolo de realeza, y los penachos de plumas que adornan el gorro, en cuyo frente se incluye un medallón como ornamento habitual. En conjunto, la obra proclama la presencia de un alto dignatario de una corte europea a través de un cuidado ejercicio naturalista.

Izda: Bernard van Orley. Carlos V, 1518, Museo del Louvre
Dcha: Bernard van Orley. Carlos V, 1519, Museo Bellas Artes, Budapest
Sin embargo, tomando como referencia los pretenciosos e impactantes retratos de su etapa de madurez, especialmente los realizados en mármol y bronce por Leone Leoni, este retrato temprano adolece de falta de vitalidad y aspecto triunfal, casi con la adolescente figura sumida en un ensimismamiento no exento de melancolía, algo común a todas las representaciones del emperador por esos años, siendo el atributo del Toisón el elemento más significativo para reseñar la importancia del personaje representado.

El semblante se ajusta a la descripción que hiciera don Álvaro de Bazán y Guzmán, primer marqués de Santa Cruz: “Fue el Emperador don Carlos mediano de cuerpo, de ojos grandes y hermosos, las narices aguileñas, los cabellos rojos y muy llanos…la barba ancha redonda y bien proporcionada, la garganta recia,…ancho de espaldas, los brazos gruesos y recios, las manos medianas y ásperas, las piernas proporcionadas. Su mayor fealdad era la boca, porque tenía la dentadura tan desproporcionada con la de arriba que los dientes no se encontraban nunca; de lo cual se seguían dos daños: el uno el tener el habla en gran manera dura, sus palabras eran como belfo, y lo otro, tener en el comer mucho trabajo; por no encontrarse los dientes no podía mascar lo que comía ni bien digerir, de lo cual venía muchas veces a enfermar…”. De ello se deduce que el joven emperador tenía una estatura media, cuerpo atlético y unos rasgos faciales marcados por el prognatismo.

Por otra parte, esta escultura representa un testimonio de la imagen que presentaba el monarca cuando en 1518 hizo su presencia en Valladolid para presidir las Cortes, suponiendo su incorporación a los fondos del Museo Nacional de Escultura en 1999, como dación del Banco Santander Central Hispano1, un regreso metafórico a la ciudad que le acogió en vida, cuyos escenarios recorrería de nuevo para asistir a las Cortes de 1527, en esta ocasión acompañado de su esposa, la emperatriz Isabel, que en mayo de ese año daba a luz al infante Felipe (futuro Felipe II) en el Palacio de Pimentel.


Informe y fotografías: J. M. Travieso.                




Sala del Museo Nacional de Escultura donde se expone
NOTAS

1 ARIAS MARTÍNEZ, Manuel. Busto del Emperador Carlos V. Museo Nacional Colegio de San Gregorio: colección / collection. Madrid, 2009, pp. 88-89.









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Conciertos: MÚSICA Y MÍSTICA: CONTEMPLACIÓN, MEDITACIÓN Y EMOCIÓN, 3 y 4 de marzo 2016

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MUSEO NACIONAL DE ESCULTURA. CAPILLA DEL MUSEO
Calle Cadenas de San Gregorio, Valladolid

Ciclo de conciertos con motivo de la exposición
NADA TEMAS, DICE ELLA




Jueves 3 de marzo
Capilla del Museo, 20 h.
MÚSICA Y MÍSTICA: CONTEMPLACIÓN, MEDITACIÓN Y EMOCIÓN
Coro de cámara Alterum Cor
Obras de Raminsh, Esenvalds, Pärt, Mäntyjärvi y Tavener





Viernes 4 de marzo
Capilla del Museo, 20 h.
MÚSICA Y MÍSTICA: CONTEMPLACIÓN, MEDITACIÓN Y EMOCIÓN
Coro de cámara Alterum Cor
Obras de Raminsh, Esenvals, Pärt, Mäntyjärvi y Tavener




Precio entrada: 10 € / 8 € para los Amigos del Museo
Entradas a la venta en la tienda del Museo





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Fastiginia: La fachada del Colegio de San Gregorio como imagen emblemática de Valladolid

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Estampas y recuerdos de Valladolid

Entre los distintos conjuntos monumentales vallisoletanos algunos se han venido utilizando tradicionalmente con fines promocionales al ser identificados con la idiosincrasia de la ciudad, con aquello que la confiere un carácter especial y que la diferencia de todas las demás. Unas veces ha sido la iglesia de Nuestra Señora de la Antigua y la peculiar silueta de su estilizado campanario románico, otras la elegante fachada barroca de la Universidad con todo el conjunto de figuras alegóricas del saber que aglutina y, de forma repetitiva, la fastuosa fachada de la iglesia de San Pablo con su enorme tapiz gótico de piedra que constituye un caso único en Europa.

Sin embargo, uno de los edificios que ha causado verdadera fascinación entre los todos viajeros llegados al corazón de Castilla siempre ha sido el Colegio de San Gregorio, convirtiéndose primero en objetivo de dibujantes románticos y después en centro de atención de distintos fotógrafos que enfocaron sus objetivos a la fachada desde la irrupción de los primeros medios fotográficos hasta las sofisticadas tecnologías de nuestro tiempo. Ello nos permite comprobar, con cierta complacencia, todo hay que decirlo, que la fachada fue respetada y valorada en todas las épocas, conociendo únicamente los riesgos originados por el incremento del tráfico rodado durante los años 60 y 70 del siglo XX, situación que afortunadamente quedó solucionada por el Ayuntamiento de Valladolid con la conversión de la calle Cadenas de San Gregorio, en que se encuentra, en un espacio peatonal libre de vibraciones y emisiones de gases nocivos.    

Genaro Pérez Villaamil,  litografía 1842-1850
Ya en febrero de 2012 presentábamos en esta misma sección un dibujo de la fachada del colegio de San Gregorio realizado entre 1842 y 1850 por el pintor ferrolano Genaro Pérez Villaamil y Duguet (1807-1854), establecido en Madrid desde 1834, nombrado académico de mérito de la Real Academia de San Fernando desde el año siguiente y pintor honorario de cámara desde 1840. Huido a Francia durante la regencia de Espartero, emprendía en París la publicación de la obra "España artística y monumental", el libro de viajes ilustrado con litografías más bello del romanticismo español, cuyos textos referentes a Castilla corrieron a cargo de Patricio de la Escosura.

También en aquel artículo se hacía referencia a la libertad interpretativa de Pérez Villaamil, cuyas sugestivas imágenes, basadas en el énfasis romántico de las construcciones góticas, hacen desvanecer el carácter científico de los edificios dibujados, siendo un buen ejemplo la interpretación subjetiva del Colegio de San Gregorio, llena de imprecisiones. No obstante, sus litografías gozaron de una extraordinaria aceptación, sobre todo por la inclusión de pequeños personajes que recrean la vida cotidiana en torno al monumento representado, como ocurre ante la fachada vallisoletana, de la que también se hicieron versiones coloreadas, como la muestra que ofrecemos.

F. J. Parcerisa, litografía 1844
Más fiables son las representaciones del pintor barcelonés Francisco Javier Parcerisa (1803-1875), que entre 1838 y 1872 realizó un compendio en once volúmenes de los principales monumentos españoles en su obra Recuerdos y bellezas de España, que bajo un criterio romántico ilustró con 588 reproducciones litográficas, en su mayor parte tomadas del natural, a las que acompañaba de una descripción detallada, en el caso de Castilla y León realizada por José María Quadrado. No falta en la obra la imagen de la fachada del Colegio de San Gregorio, reproducida en 1844 con gran fidelidad, con seis personajes de la época ante ella en época invernal, según se deduce de los árboles sin hojas de un incipiente jardín colocado ante la fachada.

Otro tanto puede decirse de la estampa realizada en 1846 por el estadounidense Newton Alonzo Wells (1852-1923), pintor y profesor de la Universidad de Illinois,  para la publicación londinense The picturesque antiquities of Spain de Nathaniel Armstrong Wells, que recrea la fachada de San Gregorio con personajes de época ante ella. Para esta obra W. F. Starling también realizaría en 1846 un grabado al acero con una versión coloreada.  

Tras la implantación de la fotografía en el siglo XIX, la filigrana de la fachada del centro de estudios teológicos que fundara a finales del siglo XV el dominico Alonso de Burgos, obispo de Palencia y vinculado a los Reyes Católicos, también ejerció atracción sobre los objetivos, como puede observarse en la fotografía difundida por el Museo Nacional de Escultura en que los pequeños árboles que aparecían en los grabados recién plantados ya muestran una altura considerable, aunque lo más llamativo sea la elegante figura de una mujer contemplando la fachada.

Newton Alonzo Wells, grabado 1846
Cuando a finales del XIX y principios del siglo XX entre los aficionados a los viajes se impuso la moda de las tarjetas postales que reproducían los enclaves y monumentos más significativos de las ciudades, la fachada del Colegio de San Gregorio era difundida por fotografías tomadas en 1893 tanto por Postales Montero de Valladolid como por la imprenta madrileña Hauser y Menet, famosa por sus impresiones en fototipia, en ambos casos con grupos de personas a la puerta del Colegio.

En 1933, en tiempos de la II República, lo que fuera Museo Provincial de Bellas Artes de Valladolid, fundado en 1842 con los fondos artísticos de los conventos desamortizados y con sede en el Colegio de Santa Cruz pasaría al Colegio de San Gregorio para convertirse en Museo Nacional de Escultura, cuya fachada, como imagen emblemática de la institución y de la ciudad de Valladolid, comenzó a aparecer de continuo en periódicos y revistas.


Postales Montero (Valladolid) y Postales Hauser y Menet (Madrid), 1893
En las postrimerías del siglo XX el Museo, uno de los más antiguos del país, conoció su total rehabilitación, siendo la célebre fachada limpiada y consolidada en 2004 como paso previo a la inauguración del remodelado recinto, que tuvo lugar en 2009. Hoy más que nunca, la intrincada iconografía de la fachada de San Gregorio sigue siendo protagonista de las más sofisticadas tecnologías visuales y un lugar de referencia del patrimonio vallisoletano.










Aspecto actual, foto 2014




















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Museo Nacional de Escultura: SEMANA INTERNACIONAL DE LA MUJER, marzo 2016

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Visita virtual: SEPULCROS DE DON FELIPE DE CASTILLA E INÉS RODRÍGUEZ GIRÓN, Villalcázar de Sirga (Palencia)

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SEPULCROS DE DON FELIPE DE CASTILLA E INÉS RODRÍGUEZ GIRÓN
Anónimo (Antón Pérez de Carrión?)
Último cuarto siglo XIII
Piedra policromada
Iglesia de Santa María de Villalcázar de Sirga (Palencia)
Escultura gótica funeraria





Iglesia de Santa María. Villalcázar de Sirga (Palencia)
Durante la segunda mitad del siglo XIII fueron prolíficos los escultores y canteros que trabajaron en Castilla y León realizando obras para las catedrales, templos del ámbito rural y monasterios, generalmente con un sentimiento heredado del arte románico precedente, al que fueron incorporando las inevitables influencias de la corriente gótica francesa hasta llegar a reflejar en ocasiones el nuevo estilo con una gran pureza. Esto también afectó a la escultura funeraria y en ese contexto de transformación debemos encuadrar los magníficos sepulcros del infante don Felipe y doña Inés Rodríguez Girón que se conservan en la iglesia de Santa María de la villa palentina de Villalcázar de Sirga, que se cuentan entre los mejores realizados en ese periodo1.

Antes hemos de referirnos al sugestivo enclave en el que se asientan los sepulcros, que no es otro que un impresionante templo dedicado a Santa María la Blanca que fue levantado por los templarios, a mitad de camino entre una fortaleza y una gigantesca iglesia colegial. La antigua encomienda de la Orden del Temple en Villasirga(así se denominaba la villa hasta 1661) fue la única del reino de Castilla enclavada al norte de la frontera marcada por el Duero, ocupando un palacio y jardines arrebatados a los árabes en el siglo XI, tras lo cual el conde Gómez Díaz y su esposa Teresa Muñoz establecieron un condado que vincularon al monasterio de San Zoilo de Carrión de los Condes.

Portada de la iglesia de Santa María y de la Capilla de Santiago
El templo, en estilo gótico y con las características de un Alcázar, se comenzó a edificar por la Orden del Temple en 1274, cuando finalizaba el reinado de Alfonso X el Sabio, levantando junto a él su propio monasterio (desaparecido) y un hospital (actualmente reconvertido en mesón), así como una cerca defensiva que se extendía por el actual caserío como reflejo del carácter guerrero de la Orden. Ello explica la cantidad de leyendas relacionadas con los templarios que todavía perduran en torno a la iglesia, como la existencia de tesoros ocultos, los secretos que desvelan los rayos del sol en el equinoccio de primavera o los efectos telúricos de las corrientes subterráneas que circulan por el subsuelo, a las que se accede desde el pozo existente en la nave. Todo ello convierte al recinto en un lugar enigmático por excelencia.       

Ubicado en plena Ruta Jacobea, el templo pasaría después a pertenecer a la Orden de Santiago, que en el siglo XIV levantó una capilla anexa a la majestuosa portada meridional del templo dedicada a Santiago, un espacio cubierto con bóveda de crucería, iluminado por un enorme rosetón abierto en la fachada y decorado por ménsulas en las que figura el escudo de la Orden de Santiago, su patrocinadora.

Sepulcro de doña Inés Rodríguez Girón
De su historia más reciente hemos de recordar que la iglesia de Santa María la Blanca acusó  los efectos del fatídico terremoto de Lisboa de 1755, que el templo fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1919 y que a la capilla de Santiago fueron trasladados en 1936, por decisión de la Comisión de Monumentos de la provincia de Palencia, tres sepulcros que hasta entonces permanecían en la nave del coro, dos de ellos objeto de nuestra atención por sus altos valores artísticos e iconográficos y todos relacionados con los importantes talleres escultóricos que en la Edad Media se asentaron en el entorno de Carrión de los Condes, donde son abundantes los vestigios conservados que fueron elaborados en aquellos talleres.

LOS SEPULCROS DEL INFANTE FELIPE DE CASTILLA E INÉS RODRÍGUEZ GIRÓN

Breve semblante de los personajes
Los enterramientos corresponden al infante don Felipe de Castilla y a Inés Rodríguez Girón, su segunda esposa.

Nacido en 1231, Don Felipe de Castilla era hijo del rey castellano Fernando III el Santo y su primera esposa Beatriz de Suabia, figurando entre sus hermanos Alfonso X el Sabio, rey de Castilla y León, don Fadrique de Castilla, ejecutado en 1277 por orden de Alfonso X, y don Manuel de Castilla, padre de don Juan Manuel.

Su crianza fue encomendada por su abuela la reina Berenguela de Castilla a don Rodrigo Jiménez de Rada, que llegaría a ser arzobispo de Toledo. A instancias de su padre, su formación se orientó a la carrera eclesiástica, para lo que fue alumno en París del futuro San Alberto Magno. En 1249 era nombrado Procurador de la archidiócesis de Sevilla por el papa Inocencio IV, que dos años más tarde le designaba como arzobispo de la ciudad andaluza. También ocuparía los cargos de abad de la Colegiata de Santa María de Valladolid, obispo de Osma y abad de la Colegiata de San Cosme y Damián de Covarrubias (Burgos).

En 1258, a pesar de la oposición inicial de su hermano el rey, conseguía la autorización para abandonar la carrera eclesiástica y contraer matrimonio, a propuesta de Alfonso X, con la princesa Cristina de Noruega, hija del rey Haakon IV, que en enero de 1258 llegó a Valladolid, ciudad en la que se hallaba la corte y en la que se celebró el enlace en abril de aquel año.

Por entonces Alfonso X el Sabio concedió varios señoríos y posesiones al infante don Felipe de Castilla, del que algunas fuentes aseguran que ingresó como caballero en la Orden del Temple. En 1261 asistió a las Cortes de Sevilla y en 1269 al enlace en Burgos del infante don Fernando de la Cerda, hijo primogénito de Alfonso X que había nacido en Valladolid, con la infanta doña Blanca de Francia, hija de Luis IX.

En 1262 fallecía en Sevilla la princesa Cristina de Noruega sin dejar descendencia, siendo sepultada en la Colegiata de Covarrubias donde su esposo había sido abad. Don Felipe contrajo nuevo matrimonio con doña Inés Rodríguez Girón, hija de don Rodrigo González Girón, mayordomo de Fernando III. El nuevo matrimonio no llegaría a durar tres años, pues doña Inés falleció en 1265 y fue sepultada en la iglesia de Santa María la Blanca de Villalcázar de Sirga.
Don Felipe de Castilla contraía un tercer matrimonio con doña Leonor Ruiz de Castro, hija de don Rodrigo Ponce de Castro, señor de Cigales, Mucientes y Santa Olalla, y de su esposa, doña Leonor González de Lara. Fruto de este matrimonio nació el infante Felipe de Castilla y Rodríguez de Castro, que murió siendo niño y fue enterrado en la iglesia de San Felices del municipio burgalés de Amaya, donde también recibiría sepultura su madre Leonor.

Fruto de relaciones extramatrimoniales, el infante don Felipe de Castilla tuvo varios hijos: Alfonso Fernández, mayordomo de su tío Alfonso X en 1283, y Beatriz Fernández, monja en el monasterio de las Huelgas de Burgos.

Don Felipe de Castilla murió a los 43 años el 28 de noviembre de 1274, siendo enterrado, junto a su segunda esposa, en la iglesia de Santa María de Villalcázar de Sirga.  
   
Como ya se ha dicho, Doña Inés Rodríguez Girón fue la segunda del infante don Felipe de Castilla. Era una dama castellana hija de Rodrigo González Girón, señor de Frechilla, Cisneros y Autillo de Campos, y de su segunda esposa Teresa López de Haro. Aunque se desconoce la fecha exacta de su nacimiento, se sabe que su muerte se produjo en Sevilla en 1265 y fue enterrada en Villalcázar de Sirga (Palencia).

Los sepulcros
     Los sepulcros del infante don Felipe y su segunda esposa doña Inés Rodríguez Girón aparecen juntos en la capilla de Santiago de la iglesia de Santa María de Villalcázar de Sirga, siendo ligeramente más pequeño el perteneciente a la dama, si bien su estilo delata que fueron elaborados al mismo tiempo y por el mismo autor en el último cuarto del siglo XIII. Junto a ellos también se encuentra el sepulcro de Juan de Pereira, caballero de la Orden de Santiago, que presenta similares características, aunque con decoración más sobria y elaborado en época posterior, alrededor del segundo cuarto del siglo XIV.
Durante mucho tiempo, y así figura todavía en muchos manuales, se ha identificado a la dama con doña Leonor Ruiz de Castro, tercera esposa del infante, aunque el error queda evidenciado por los emblemas heráldicos que decoran el sepulcro, pertenecientes a las familias Girón Cisneros y Guevara Mendoza y no a la familia de los Castro2.

Sepulcro del infante don Felipe de Castilla
Se trata de sepulcros exentos labrados en piedra, con la cama sepulcral descansando sobre seis figuras de leones recostados, con los frentes labrados con diferentes escenas y rematados por laudas en las que aparecen labradas en relieve las figuras yacentes de los difuntos, siguiendo el arquetipo de la época. Por sus similitudes estilísticas con el sepulcro de Nuño Díaz de Castañeda, que procede de Aguilar de Campoo y aparece firmado, se atribuyen al escultor Antón Pérez de Carrión, inspirador de los célebres claustros de Carrión de los Condes.

El primer sepulcro, colocado a la entrada de la capilla, es el de Inés Rodríguez Girón, con la caja de una sola pieza descansando sobre leones y grifos, cerrada por una lauda labrada con una longitud de 2,50 metros, con una menor anchura en los pies que en la cabecera. Doña Inés aparece ricamente vestida con una larga túnica que le cubre por completo y adornada con cintas recorridas por los blasones de la familia, con un alto tocado ornamentado en la cabeza que se sujeta con un barbuquejo y una cinta rizada que le cubre los labios. Con los brazos cruzados a la altura del pecho, sujeta una panela que es el blasón de los Pimentel, motivo por el que se ha interpretado como un pimiento, especie que sin embargo llegaría desde América siglos más tarde.

La cabeza reposa sobre tres almohadones y sobre la cabeza se yergue un doselete, que se apoya sobre finas columnillas laterales, que adopta la forma de torreones arquitectónicos, motivo que se repite en los enmarcamientos de las escenas laterales y que, al igual que la caída de los paños, fueron concebidos por el escultor de forma vertical. En los laterales, la lauda se decora con una colección de blasones costeros entre los que aparecen algunos con la cruz de los Templarios y otros con corazones.

La cama sepulcral solamente presenta relieves en los laterales, no en la cabecera y los pies. Los magníficos relieves se articulan en forma de arquerías trilobuladas, inscritas dentro de arcos apuntados, que en su interior albergan escenas que representan las ceremonias fúnebres y religiosas de los entierros principescos de aquella época, con la escena central de la muerte de doña Inés, más ancha que las seis laterales, escenas de duelo con la presencia de plañideras y niños que se mesan los cabellos, y el cortejo fúnebre presidido por un obispo con báculo y varios acólitos. Todas las figuras están representadas con un minucioso detalle, en las indumentarias y objetos, y una gran gesticulación, lo que les proporciona una gran expresividad.

En las enjutas de los arcos, siguiendo los modelos utilizados en las miniaturas y como reminiscencia románica, aparecen castilletes y tejados que simbolizan a toda la ciudad. Asimismo, cada cara está enmarcada por un orla en la que se repiten los blasones familiares en relieve, que se alternan con la cruz del Temple. La colocación de leones soportando el sepulcro desvela al espectador el carácter real del enterramiento. Todas las labores escultóricas quedan realzadas por una policromía aplicada en la que prevalecen los tonos rojos, azules y blancos, una paleta limitada pero muy efectista.

El mismo esquema compositivo se repite en el sepulcro del infante don Felipe de Castilla, que presenta aún mayor riqueza, tanto por los detalles del infante como por los relieves laterales que le recorren por completo. Don Felipe, de rostro barbilampiño, también reposa sobre tres almohadones. Viste túnica, manto real y el tipo de bonete ornamentado utilizado por los reyes, con los brazos al pecho, sujetando una espada en su mano derecha y un halcón en la izquierda, acompañándose de un perro, símbolo de fidelidad, recostado a sus pies junto a dos conejos. Como en la figura de doña Inés, su cuerpo está enmarcado por dos columnillas con capiteles sobre los que descansa un dosel con castilletes en la cabecera, con los flancos recorridos por motivos heráldicos en los que se alternan los blasones familiares con las cruces rojas de los templarios.

Las paredes de la cama sepulcral están recorridas por escenas en relieve cobijadas bajo seis arcos trilobulados y amparados por otros apuntados en los laterales y un amplio arco mixto en la cabecera y los pies.
En ellas se repiten las escenas de la muerte, en este caso ocupando toda la superficie de la cabecera, del duelo y del entierro. La narración comienza en la superficie de la cabecera, donde se muestra la muerte del infante, recostado en su lecho y acompañado por su esposa, dos religiosos y cuatro personajes más. Sigue por un lateral con ocho plañideras, la viuda de luto montada a caballo, tres caballeros escoltando a la viuda y el féretro conducido por seis escuderos. Como era costumbre, delante del cortejo desfila el caballo del infante, ricamente engalanado y portando dos escudos invertidos, precedido por un heraldo y un portaestandarte y observado por un grupo de personas que se mesan los cabellos en señal de dolor. Esta escena, situada en la cara de los pies, es uno de los relieves funerarios más expresivos.
Siguen en la cara contigua una escena en la que aparece la viuda acompañada de sus dueñas, damas de honor y plañideras, otra con un grupo de frailes franciscanos, agustinos, cistercienses y benedictinos en actitud de cantar responsos, y finamente el momento del sepelio, con prelados, abades, y sirvientes en torno al sepulcro, mientras reza un oficiante y dos sirvientes colocan la tapa, toda una crónica funeraria expresada con el máximo detalle. Se acompaña de un friso inferior repleto de escudos —42 en total— con las armas del infante y escudos templarios.
Virgen de las Cantigas en la Capilla de Santiago
Peculiar en este sepulcro es la colocación de pequeñas cabezas que se asoman por los ventanales de los castilletes colocados en las enjutas de los arcos y las cuatro figuras de leones colocadas en los ángulos y dos grifos centrales sobre las que descansa el sepulcro, figuras simbólicas de fina labra relacionadas con los bestiarios medievales.

Los sepulcros han sido abiertos hasta en ocho ocasiones, las últimas en 1897, donde se pudo comprobar la buena conservación de la momia del infante, y en 1911, cuando por orden de Isabel II la capa, bello textil del periodo almohade del siglo XIII, junto al birrete y una daga del infante fueron depositados en el Museo Arqueológico de Madrid.

Para terminar diremos que en la misma capilla de Santiago, a pocos metros de los sepulcros, se encuentra la llamada Virgen de las Cantigas o Virgen de Villasirga, tallada en piedra y policromada en el siglo XIII, que representa a la Virgen con el Niño sobre su rodilla izquierda y dos ángeles turiferarios junto a la cabeza. Esta imagen fue cantada en cinco composiciones por el rey Alfonso X el Sabio en Las Cantigas de Santa María, hecho que asentó la celebridad de la villa en la Castilla medieval.                 

Informe y fotografías: J. M. Travieso.



NOTAS

1 DURÁN SANPERE, Agustín y AINAUD DE LASARTE, Juan: Escultura gótica. Ars Hispaniae, Historia Universal del Arte Hispánico, volumen VIII, Madrid, 1956, p.65.

2 PARTEARROYO, Cristina. Conferencia «Indumentaria del infante Don Felipe y de su esposa Doña Inés procedente de los sepulcros de Villalcazar de Sirga» impartida el 10 de marzo de 1994 en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid.


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Concierto: MUJERES: ABNEGADAS Y REBELDES, 10 de marzo 2016

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MUSEO NACIONAL DE ESCULTURA. CAPILLA DEL MUSEO
Calle Cadenas de San Gregorio, Valladolid

Concierto con motivo de la celebración del
DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

Jueves 10 de marzo
Capilla del Museo, 20 h.
MUJERES: ABNEGADAS Y REBELDES
Viviana Rojas, soprano
Alejandra Acuña, mezzosoprano
Madalit Lamazares, piano

Entrada libre hasta completar aforo

Organiza: AIEnRUTA Clásicos


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Conferencia: BERNARDO DE GÁLVEZ, 12 de marzo 2016

Reportaje: Crónica breve de un recorrido por Cádiz, los pueblos blancos y Gibraltar en diciembre 2015

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El viaje que realizamos en diciembre de 2015 al Sur de España y Gibraltar, resulto muy interesante disfrutando y conociendo ampliamente los lugares andaluces y gibraltareños que no conocíamos.

Día 4 de diciembre
Salimos de Valladolid a las 15,00 horas de la Plaza de Colón con dirección al Puerto de Santamaría, localidad donde teníamos el hotel que nos serviría de cuartel general para todo el periodo de tiempo que permaneceríamos en tierras andaluzas, durante el trayecto y aunque el autocar era de gran confort por necesidades de la conducción efectuamos dos paradas reglamentarias que nos sirvió para estirar las piernas. Durante el recorrido pudimos disfrutar de algunas películas que nos hicieron el viaje más llevadero, llegamos al hotel ya anochecido, se entregaron las llaves y después efectuamos una cena fría en el propio hotel, retirándonos a descansar.

Día 5 de diciembre
Después de desayunar salimos del hotel sobre las 9,30 horas para iniciar la visita de Jerez de la Frontera, capital del vino, del caballo, y cuna del flamenco. Empezamos por una panorámica que hicimos desde el autobús, donde observamos avenidas y edificios emblemáticos como las Plazas del Caballo, de las Angustias y del Arenal, la Avenida Álvaro Domecq y la Alameda Cristina. A continuación, iniciamos la visita a pie acompañados de la guía local por el casco antiguo de la ciudad, donde pudimos observar monumentos tan importantes como la Catedral, el Alcázar y la Cámara Oscura. Continuamos con la visita a las Bodegas Real Tesoro, durante las dos horas que duro nos enseñaron el:
Patio Principal: Patio andaluz en el que pudimos observar una colección de antigüedades y pinturas de los siglos XVII y XVIII.
La Bodega de Lola: en honor de la inolvidable Lola Flores, nacida en Jerez de la Frontera. Aquí es donde nos dijeron que el fino Tío Mateo es producido y envejece.
La Planta de Embotellado: Una de las más modernas de Jerez. Aquí nos explicaron el proceso de embotellado desde que el vino llega a la planta hasta que está listo para ser vendido.
Las Cuadras del Real Tesoro: dedicadas a la crianza de caballos de pura raza española. Visitamos los establos, la sala de sillas de montar y la colección de carruajes.
La Gran Bodega: con 25.000 barricas de roble americano, que es una de las mayores bodegas de la zona.
Con la Cata: la visita terminó degustando diferentes clases de vinos
A las 12 horas nos dirigimos a la Real Escuela Ecuestre donde disfrutamos de un espectáculo puro, hermoso y único en el mundo llamado “Cómo bailan los caballos andaluces”. El espectáculo es un ballet ecuestre con música netamente española y vestuario a la usanza del siglo XVIII, montado sobre coreografías extraídas de los reprises de la doma clásica y vaquera y de otros trabajos de la equitación tradicional, finalizado regresamos al hotel para almorzar y descansar hasta las 15,45 horas que saldríamos en dirección a Medina Sidonia. 
El pueblo de Medina tiene 3.000 años de antigüedad, fue Galardonada con el premio al Embellecimiento de los Pueblos Andaluces, y declarada Conjunto Histórico Artístico. 
Visitamos la ciudad de Medina Sidonia dimos un paseo por la zona alta desde la Plaza de España, pasando por la muralla árabe con sus diversas puertas y la iglesia de Santa María la Mayor Coronada, finalizado el recorrido salimos sobre las 18,45 horas en dirección a Jerez de la Frontera para conocer la ciudad anochecida y el ambiente navideño que disfrutaba la gente. Regresamos al hotel donde llegamos a las 21 horas para cenar, posteriormente los que quisieron pudieron disfrutar de una actuación musical en las instalaciones del hotel el resto se retiraron a sus habitaciones para descansar dando por finalizada la jornada.

Día 6 de diciembre
Desayunamos y salimos del hotel a las 9,15 horas para iniciar nuestro tercer día de viaje, nos correspondía la visita de Cádiz. Salimos del embarcadero del Puerto de Santa María y atravesamos la Bahía de Cádiz en Catamarán, el recorrido duró 30 minutos, tiempo en el que pudimos disfrutar de la brisa mañanera.
El origen de Cádiz se remonta a la época fenicia, hace más de 3.000 años y es conocida por su Carnaval, declarado fiesta de interés Turístico Nacional. En el recorrido a pie, no sólo nos deleitamos con las edificaciones, también visitamos el Museo de las Cortes y el Oratorio de San Felipe Neri, lugar donde se firmó la Constitución de 1812, finalizamos las visitas a las 12,45 horas, dado que teníamos concertada posteriormente la visita al Museo Arqueológico de Cádiz. Regresamos a las 13,45 horas al hotel para almorzar.
Por la tarde salimos a las 16 horas para realizar una visita panorámica de la ciudad  finalizada la misma nos dirigimos a las 16,30 horas hasta el punto de encuentro donde se iniciaba la visita teatralizada del Puerto de Santamaría, que se realizó por las calles y monumentos más importantes y emblemáticos de la ciudad como el Castillo de San Marcos y la Iglesia Prioral, antes de regresar al hotel pudimos disfrutar de tiempo para pasear y tomar contacto con sus gentes, sobre las 20 horas regresamos pues la cena estaba prevista a las 21 horas, posteriormente los que quisieron pudieron disfrutar como el día anterior de una actuación musical en las instalaciones del hotel el resto se retiraron a sus habitaciones para descansar.

Día 7 de diciembre
Después de desayunar salimos del hotel sobre las 8,15 horas en dirección a Vejer de la Frontera, declarado Conjunto Histórico Artístico por la belleza y singularidad de sus rincones, donde llegamos a las 9,00 horas y disfrutamos de sus calles empedradas, sus fachadas blancas, el adorno de sus balcones.
A continuación, nos dirigimos a la ciudad de Baelo Claudia que nace en el s. II a.C. en una zona altamente estratégica como lo es el Estrecho de Gibraltar. En ella se localizan todos los elementos representativos que constituyen la esencia de una ciudad romana, donde llegamos a las 12 horas para efectuar la visita del Conjunto arqueológico de Baelo Claudia, declarado Monumento Histórico Nacional , finalizamos la misma a las 13 horas , dirigiéndonos hacia Tarifa donde almorzaríamos, pasamos por Bárbate, Zahara de los Atunes y Cabo de Trafalgar llegando al restaurante a las 13,30 horas permanecimos en el hasta las 15 horas que salimos en dirección a la Frontera para realizar la visita de  Gibraltar.
Una vez en territorio gibraltareño tomamos los minibuses reservados previamente para comenzar la visita del peñón. Nos dirigimos hacia el centro de la ciudad a través de la entrada de Waterport para continuar hacia el sur, pasando el monumento erigido en conmemoración de los Estados Unidos por su labor durante la II Guerra Mundial. Seguimos el recorrido hacia Punta de Europa (el punto más meridional del peñón) donde se encuentra el Trinity Lighthouse (único faro fuera del Reino Unido operado por personal de la empresa Trinity). A continuación, hicimos una parada en el parador como punto fotográfico y para poder observar Marruecos, el Estrecho de Gibraltar, la Costa del Sol y la Bahía de Gibraltar, y donde se une el Mar Mediterráneo con el Océano Atlántico. 
Posteriormente continuamos hacia la cima de la Roca, designada como Parque Natural hicimos otra parada en St. Michael’s Cave, donde visitamos una gran maravilla de la naturaleza, un conjunto de estalactitas y estalagmitas acompañado de sonidos de música clásica. Tras una parada de 20 minutos continuamos hacia Apes Den (la guarida de los monos) donde también nos paramos para hacer fotos de las travesuras de los monos. Después seguimos camino por la roca para salir de la Reserva al pie del Moorish Castle. Finalizamos la visita a Gibraltar sobre las 19 horas y salimos hacia el Puerto de Santamaría llegando a las 20,15 horas, la cena en el hotel como en días anteriores fue a las 21 horas, después nos retiramos a nuestras habitaciones para descansar.

Día 8 de diciembre
Desayunamos y salimos del hotel a las 8,15 horas para visitar los pueblos blancos, nos dirigimos al Parque Natural de Grazalema, que goza de haber sido declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco. A través de la Sierra de Cádiz pasamos por pueblos como Bornos, Villamartín, Prado del Rey...
Nuestro primer punto de parada fue Grazalema, permanecimos en la localidad 1 hora , conocimos la arquitectura andaluza. Observamos sus vistas espectaculares desde su mirador y conocimos el Pinsapo (árbol típico),
A las 11,30 horas   continuamos por Villlaluenga del Rosario y Benaocaz hasta nuestra llegada a Ubrique, donde paseamos por su casco antiguo y aprovecharemos para visitar el Museo de Cuero, posteriormente almorzamos y salimos sobre las 16,15 horas en dirección a  Arcos de la Frontera, uno de los pueblos más pintorescos, considerada la puerta de la ruta de los pueblos blancos, después de un recorrido de 1 hora llegamos a nuestro destino y realizamos la visita a pie, pudiendo admirar sus impresionantes vistas y recorrer su centro histórico  con dos magníficas iglesias, sus calles típicas, mirador, castillo ducal, etc. Visitamos el interior de la Iglesia de la Asunción. Finalizamos el día con el regreso al hotel sobre las 20,15 horas, antes de la cena nos dirigimos a las habitaciones para preparar las maletas pues al día siguiente realizaríamos el viaje de vuelta a Valladolid

Día 9 de diciembre
Desayunamos y salimos a las 9,30 horas para visitar el yacimiento fenicio de Doña Blanca ubicado a las afueras del Puerto de Santamaría, permanecimos hasta las 11 horas, posteriormente nos dirigimos hacia Sanlúcar de Barrameda , llegamos a las 11,30 horas y comenzamos el día disfrutando del ambiente mañanero en el Barrio Bajo, muy cerca del mercado de abastos, en su entorno nos encontramos con puestos de verduras, dulces y otros productos, en su interior magníficos puestos de pescado y marisco y aceitunas.
Subimos por la cuesta de Belén hasta el Barrio Alto, lo primero que vimos fueron Las Covachas (construidas por orden del II Duque de Medina Sidonia están realizadas en estilo gótico tardío y se compone de una galería porticada insertada en el muro), más adelante pudimos contemplar el Auditorio de la Merced, antiguo convento del s. XVII, y de allí   llegamos al Palacio de Orleáns Borbón (s. XIX) residencia de verano de los Duques de Montpensier y actual Ayuntamiento. La siguiente parada seria para visitar la Iglesia de Nuestra Sra. de la O, de estilo gótico-mudéjar del s. XIV y en la misma plaza está el Palacio de Medina Sidonia, residencia de los Duques de Medina Sidonia, (declarado Monumento de Interés histórico-artístico). 
Contiene el archivo de la llamada "Duquesa roja", Isabel Álvarez de Toledo, considerado uno de los mejores archivos históricos del mundo), pasamos junto al castillo del s. XV, donde se alojaron los Reyes Católicos en su visita a la ciudad y desde donde la reina católica contempló el mar por primera vez, bajando del Barrio Alto llegamos a Bajo de Guía, junto al río, vimos el (Centro de visitantes "Fábrica de Hielo"- Bajo de Guía).
Después de la visita, que duró una hora, estuvimos disfrutando de un paseo peatonal por zona céntrica de la ciudad y degustando de las famosas tortas de camarones. A las 14,15 horas y ya de regreso efectuamos la última comida en tierras gaditanas, llegando a Valladolid sobre las 23,55 horas, dando por finalizado nuestro recorrido.
Como resumen decir que este viaje será repetido por el interés despertado en otros miembros de nuestra Asociación, visitando los mismos lugares y con el mismo recorrido del 12 al 17 de mayo del presente año.

Texto y fotografías: Antonio Adrados González








Imágenes para el recuerdo

































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VIAJE: CÁDIZ, PUEBLOS BLANCOS Y GIBRALTAR, del 12 al 17 de mayo 2016

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PROGRAMA

12 mayo   VALLADOLID-EL PUERTO DE SANTA MARÍA
Salida desde la plaza de Colón a las 15 horas y breves paradas en ruta. Llegaremos al hotel Puertobahía & Spa, sobre las 0 horas, donde nos ofrecerán una cena caliente. Alojamiento.

13 mayo eL PUERTO DE SANTA MARÍA-SANLÚCAR DE BARRAMEDA-MEDINA SIDONIA
Desayuno y salida hacia Sanlúcar de Barrameda. Tras el descubrimiento del Nuevo Mundo, Sanlúcar se convierte en un puerto de referencia, partiendo Cristóbal Colón en su tercer viaje y Magallanes y Juan Sebastián Elcano en el primer viaje de circunnavegación. Comenzamos el día disfrutando del ambiente mañanero en el Barrio Bajo, muy cerca del mercado de abastos, en su entorno puestos de verduras, dulces y otros productos, en su interior magníficos puestos de pescado y marisco y aceitunas. Por la cuesta de Belén se sube al Barrio Alto, lo primero que se ve son Las Covachas,  construidas por orden del II Duque de Medina Sidonia están realizadas en estilo gótico tardío y se compone de una galería porticada insertada en el muro. Más adelante se verá el Auditorio de la Merced, antiguo convento del s. XVII, y de allí se llega al Palacio de Orleáns Borbón (s. XIX) residencia de verano de los Duques de Montpensier y actual Ayuntamiento.
La siguiente parada será para visitar el interior de la Iglesia de Nuestra Sra. de la O, de estilo gótico-mudéjar del s. XIV, y en la misma plaza está el Palacio de Medina Sidonia, residencia de los Duques de Medina Sidonia, declarado Monumento de Interés histórico-artístico. Contiene el archivo de la llamada "Duquesa roja", Isabel Álvarez de Toledo, considerado uno de los mejores archivos históricos del mundo. Alberga una hospedería y una cafetería, desde donde contemplar unas vistas maravillosas de la desembocadura del Guadalquivir y del Parque Natural de Doñana. En la visita pasaremos junto al castillo del s. XV, donde se alojaron los Reyes Católicos en su visita a la ciudad y desde donde la reina católica contempló el mar por primera vez. Bajando del Barrio Alto a pie, tranquilamente se llega a Bajo de Guía, junto al río, un agradable paseo frente al Parque Nacional de Doñana (Centro de visitantes "Fábrica de Hielo"- Bajo de Guía) (Entrada incluida). Regresaremos al hotel para la comida.

Por la tarde visitaremos Medina Sidonia.  El pueblo de Medina tiene 3.000 años de antigüedad, fue galardonada con el premio al Embellecimiento de los Pueblos Andaluces, y declarada Conjunto Histórico Artístico. Al visitar la ciudad de Medina Sidonia daremos un paseo por la zona alta desde la Plaza de España, pasando por la muralla árabe con sus diversas puertas y la iglesia de Santa María la Mayor Coronada. Regreso al hotel cena y alojamiento.

14 mayo EL PUERTO DE SANTA MARÍA-GIBRALTAR-VEJER-BAELO CLAUDIA
Desayuno y salida hacia Gibraltar, realizaremos la visita de Gibraltar, donde pasaremos la frontera a pie. Una vez pasada la frontera iremos en minibús para comenzar la visita del peñón. Nos dirigiremos hacia el centro de la ciudad a través de la entrada de Waterport (entrada al centro comercial) para continuar hacia el sur, pasando el monumento erigido en conmemoración de los Estados Unidos por su labor durante la II Guerra Mundial. Seguiremos el recorrido hacia Punta de Europa (el punto más meridional del peñón) donde se encuentra el Trinity Lighthouse (único faro fuera del Reino Unido operado por personal de la empresa Trinity). A continuación, haremos una parada en el parador como punto fotográfico y para poder observar Marruecos, el Estrecho de Gibraltar, la Costa del Sol y la Bahía de Gibraltar, y donde se une el Mar Mediterráneo con el Océano Atlántico. Posteriormente continuaremos hacia la cima de la Roca, designada como Parque Natural y haremos otra parada en St. Michael’s Cave, donde podremos visitar una gran maravilla de la naturaleza, un conjunto de estalactitas y estalagmitas acompañado de sonidos de música clásica. Tras una parada de 20 minutos continuaremos hacia Apes Den (la guarida de los monos) donde también nos pararemos para hacer fotos de las travesuras de los monos. Después seguiremos camino por la roca para salir de la Reserva al pie del Moorish Castle.
Almorzaremos y por la tarde visitaremos Vejer de la Frontera, enmarcado en la comarca de la Jaranda y declarado Conjunto Histórico Artístico por la belleza y singularidad de sus rincones. Disfrutaremos de sus calles empedradas, sus fachadas blancas, el adorno de sus balcones y respiraremos los aires de los moriscos que aún perviven en ésta localidad.
A continuación, visitaremos el conjunto arqueológico de Baelo Claudia, declarado Monumento Histórico Nacional. La ciudad de Baelo Claudia nace en el s. II a.C. en una zona altamente estratégica como lo es el Estrecho de Gibraltar. En ella se localizan todos los elementos representativos que constituyen la esencia de una ciudad romana, es decir: el foro, los templos, la basílica, los edificios de carácter administrativo como la curia o el archivo, el mercado, el teatro, las termas, el barrio industrial, acueductos, la muralla completa, etc. Regreso al hotel, cena y alojamiento. (* Si el tiempo lo permite de regreso pasaremos por las playas de Conil).

15 mayo EL PUERTO DE SANTA MARÍA-CÁDIZ- EL PUERTO DE SANTA MARÍA
Desayuno y salida hacia Cádiz. Desde el Puerto de Santa María atravesaremos la Bahía de Cádiz en Catamarán. El origen de Cádiz se remonta a la época fenicia, hace más de 3.000 años. Actualmente, recibe a millones de viajeros de cualquier parte del mundo. Conocida por su Carnaval, declarado fiesta de interés Turístico Nacional. En el recorrido a pie, no sólo nos deleitaremos con las edificaciones, también entraremos en el Museo de las Cortes y el Museo Arqueológico de Cádiz. También tendremos la posibilidad de visitar el Oratorio de San Felipe Neri, lugar donde se firmó la Constitución de 1812. Regreso al hotel para almorzar.
Por la tarde realizaremos una visita teatralizada del Puerto de Santamaría, que se realizará por las calles y monumentos más importantes y emblemáticos de la ciudad como el Castillo de San Marcos y La Iglesia Prioral. Regreso al hotel cena y alojamiento.

16 mayo VISITA DE LOS PUEBLOS BLANCOS (GRAZALEMA-UBRIQUE-EL BOSQUE-ARCOS DE LA FRONTERA).
Desayuno y salida para visitar los pueblos blancos. En cada uno de sus pueblos perviven historias de lo que fue la vida cotidiana del Al Ándalus. Ineludible, el paso por el parque Natural de Grazalema, que goza de haber sido declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco. A través de la Sierra de Cádiz pasaremos por pueblos como Bornos, Villamartín, Prado del Rey, ... Nuestro primer punto de parada será Grazalema, ejemplo de arquitectura andaluza. Observaremos sus vistas desde su mirador y conoceremos el Pinsapo (árbol típico)
Seguiremos por Villlaluenga del Rosario y Benaocaz hasta parar en Ubrique, donde pasearemos por su casco antiguo y aprovecharemos para almorzar y ver la artesanía del cuero. Por la tarde Visita de Arcos de la Frontera, uno de los pueblos más pintorescos, considerada la puerta de la ruta de los pueblos blancos y donde podremos admirar sus impresionantes vistas y recorrer su centro histórico con dos magníficas iglesias, sus calles típicas, mirador, castillo ducal, etc., Visitaremos el interior de la Iglesia de la Asunción... De regreso al hotel haremos una parada en la población del Bosque. Llegada al hotel, cena y alojamiento.

17 MAYO   EL PUERTO SANTA MARÍA - JEREZ DE LA FRONTERA - VALLADOLID
Desayuno y salida hacia Jerez de la Frontera capital del vino y del caballo, y cuna del flamenco, ofrece al visitante puro arte y cultura. Empezamos la visita por una panorámica que hacemos desde el autobús, donde observaremos avenidas y edificios emblemáticos como la Plaza del Caballo, la Plaza de las Angustias y del Arenal, la Avenida Álvaro Domecq o la Alameda Cristina para conocer los lugares de mayor interés turístico. A continuación, nos dirigiremos hacia la Plaza del Arenal, desde donde a pie, el guía local nos acompañará por el casco antiguo de la ciudad, donde podremos observar monumentos tan importantes como la Catedral, el Alcázar y la Cámara Oscura.
A Jerez llegaron los fenicios hace 3.000 años para fundar la colonia llamada Xera, la ciudad que más tarde se llamó Ceret bajo el dominio romano, y Sheres o Xeres cuando fue fortaleza árabe. Nos acercaremos a la Plaza del Arenal, la más emblemática de Jerez, al Mamelón, a la Placita del Banco, que bullen de vida y actividad, a la Plaza Plateros o a la de Rafael Rivero.  Continuaremos la visita en las Bodegas Real Tesoro donde nos enseñarán:
• PATIO PRINCIPAL: se trata de un patio andaluz en el que los visitantes pueden observar una colección de antigüedades y pinturas de los siglos XVII y XVIII.
• BODEGA DE LOLA: en honor de la inolvidable Lola Flores, nacida en Jerez de la Frontera. Aquí es donde el fino Tío Mateo –el único libre de histamina- es producido y envejece.
• PLANTA DE EMBOTELLADO: es una de las más modernas de Jerez. Aquí se explica el proceso de embotellado desde que el vino llega a la planta hasta que está listo para ser vendido. Vista desde arriba (balcones).
• CUADRAS DEL REAL TESORO: dedicadas a la crianza de caballos de pura raza española. Se visitan los establos, la sala de sillas de montar y la colección de carruajes.
• LA GRAN BODEGA: con 25.000 barricas de roble americano, es una de las mayores bodegas de la zona.
• CATA: la visita termina con una degustación de diferentes clases de vinos
Por último, en la Real Escuela ecuestre disfrutaremos de un espectáculo puro, hermoso y único en el mundo llamado “Cómo bailan los caballos andaluces”. El espectáculo "Cómo bailan los caballos andaluces" es un ballet ecuestre con música netamente española y vestuario a la usanza del siglo XVIII, montado sobre coreografías extraídas de los reprises de la doma clásica y vaquera y de otros trabajos de la equitación tradicional. Comida y salida hacia Valladolid. Llegada aproximadamente sobre la 23.30 horas.

PRECIO SOCIO: 400 € (habitación doble).
PRECIO NO SOCIO: 425 € (habitación doble).
PRECIO SOCIO: 505 € (habitación individual).
PRECIO NO SOCIO: 530 € (habitación individual).

REQUISITOS: Grupo mínimo 30 personas.

INCLUYE:
Autocar lujo última generación con WC y Mesa/As
Estancia 5 noches en el Hotel Puerto Bahía & Spa.
Animación en el hotel días determinados.
Régimen Pensión Completa
Agua en las comidas
Visita guiada de Jerez de la Frontera
Visita guiada de las Bodegas Real Tesoro de Jerez:
- Gran Bodega
- Planta Embotellado
- Cuadras Real Tesoro
- Bodega Lola
- Exposición Arte Patio Principal
- Degustación.
Espectáculo "Cómo bailan los Caballos Andaluces".
Visita guiada de Medina Sidonia
Catamarán Puerto Santamaría - Cádiz
Visita guiada de Cádiz
Entrada Museo Arqueología de Cádiz
Entrada Museo de las Cortes
Entrada Oratorio de San Felipe Neri
Visita teatralizada del Puerto de Santa María
Visita guiada de Vejer de la Frontera
Visita guiada de Baelo Claudia
Visita guiada de Gibraltar
Visita Pueblos Blancos
Visita guiada de Grazalema
Visita guiada de Ubrique
Visita guiada de Arcos de la Frontera
Entrada iglesia Santa María de a Asunción.
Visita guiada de Sanlúcar de Barrameda
Visita Barrio Bajo y Barrio Alto
Visita guiada iglesia Nuestra Señora de la O
Visita "Fábrica De Hielo" Centro Interpretación Parque Nacional De Doñana
3 comidas en Restaurante.
Acompañante Domus Pucelae
Dossier Informativo
Seguro de Viaje
IVA

NO INCLUYE:
Extras en los hoteles
Aquellos servicios no especificados en el apartado anterior.

NOTA: DEBIDO A POSIBLES CAMBIOS EN LOS HORARIOS Y DÍAS DE CIERRE DE LOS MONUMENTOS, LAS VISITAS SE PUEDEN VER ALTERADAS EN SU ORDEN, SIN PERDER LOS SERVICIOS CONTRATADOS.

INFORMACIÓN Y RESERVA DE PLAZAS: Por correo en la dirección domuspucelae@gmail.com o llamando al teléfono 608 419228 a partir de las 0 horas del día 12 de marzo hasta el 18 de marzo del 2016, debiendo hacer entrega a la reserva de 100 € y el resto del importe del viaje, antes del 29 de abril del 2016 en Viajes Tempo-Tours (Carrefour Valladolid 9) en calle Santa Clara 1 (esquina con C/. Gondomar), Valladolid

El pago se podrá realizar en efectivo, con tarjeta de crédito o por transferencia (solicitar datos a la agencia).

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Theatrum: INMACULADA, interpretación plástica de un movimiento de fervor popular

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LA INMACULADA CONCEPCIÓN
Gregorio Fernández (Sarria, Lugo, h. 1576-Valladolid 1636)
1623
Madera policromada
Iglesia del convento de la Concepción del Carmen, Valladolid
Escultura barroca. Escuela castellana














Modelo de Juan Martínez Montañés. Izda: Inmaculada, 1618, convento de Santa Clara, Sevilla.
Centro: Inmaculada, 1623, iglesia de la Anunciación, Sevilla. Dcha: Inmaculada, 1629, catedral de Sevilla. 
En un artículo anterior dedicado al grupo escultórico de San José y el Niño Jesúsya se señalaba que una de las principales aportaciones de Gregorio Fernández a la escultura castellana y a la iconografía barroca española fue la creación de una serie de arquetipos que fueron repetidos por el propio artista y copiados por sus discípulos y seguidores. Otro importante arquetipo fernandino fue la representación de la Inmaculada Concepción. Si la expansión del culto al patriarca San José, a través de sus representaciones plásticas, tuvo su origen en la especial devoción divulgada por los escritos de Teresa de Jesús en sus fundaciones carmelitanas, después extendida por otras órdenes, lo que equivale a afirmar su estímulo desde un ambiente intimista lleno de connotaciones místicas, la consolidación iconográfica de la Inmaculada fue consecuencia de un sorprendente movimiento de fervor popular que alcanzó su máxima expresión en Andalucía, con Sevilla como epicentro, que a lo largo del siglo XVII y al albur de la Contrarreforma acabaría implicando a la monarquía española en las personas de Felipe III y Felipe IV y a los pontífices Paulo V e Inocencio XII, culminando en 1854 con la proclamación oficial del dogma católico de la Inmaculada Concepción por el papa Pío IX.  

Modelo de Gregorio Fernández. Izda: Inmaculada, iglesia de Santa María de Tordehumos (Valladolid)
Centro: Inmaculada, Museo Diocesano de Zamora. Dcha: Inmaculada, iglesia del Carmen Extramuros, Valladolid 
EL MOVIMIENTO INMACULISTA EN ANDALUCÍA

Sería la Orden Franciscana la que desde el siglo XIII —Capítulo General de Pisa de 1263— propiciaría el culto y celebración de la Inmaculada Concepción. En el transcurso del siglo XV este culto se generalizaba en Andalucía, especialmente en Córdoba y Sevilla, aunque en torno a esta celebración surgirían dos interpretaciones dogmáticas de distinto signo: una teoría "maculista", defendida por la poderosa Orden de Predicadores (dominicos), que afirmaba que la Virgen nació afectada por el pecado original como todo ser humano, pero que quedó redimida por su maternidad como Madre de Dios, y otra "inmaculista" que negaba que la Virgen naciera con la mancha del pecado original, teoría primero avalada por la Orden de Frailes Menores (franciscanos) y después apoyada por la Compañía de Jesús (jesuitas) desde su fundación en 1534.

Modelo de Gregorio Fernández. Izda: Inmaculada, iglesia de Santa Clara, Valladolid.
Centro: Inmaculada, iglesia de San Marcelo, León. Dcha: Inmaculada, catedral de Astorga (León)  
Desde finales del siglo XVI, como consecuencia de la exaltación de los postulados surgidos en la Contrarreforma y especialmente tras el rechazo por parte de los movimientos protestantes del culto a la Virgen, en la religiosidad andaluza se produjo un enfrentamiento entre ambas teorías. Esta confrontación conocería su punto álgido cuando el 8 de septiembre de 1613 el prior del convento sevillano de Regina Angelorum, de la orden de los dominicos, en su sermón ponía en duda la concepción inmaculada de la Virgen, hecho que produjo una reacción popular sin precedentes en la sociedad sevillana a favor de la teoría "inmaculista", recibiendo el apoyo de franciscanos, jesuitas, clero secular, hermandades sevillanas y algunas autoridades civiles. Convertida esta polémica en un verdadero fenómeno de masas, cuya efervescencia popular era alimentada de continuo por los franciscanos, este clima de exaltación mariana se mantendría durante cuatro años, siendo constantes en Sevilla las celebraciones de novenas, juramentos de fidelidad, procesiones de desagravio y exaltación, etc., acompañándose de grandes festejos populares cada vez que se conseguía una resolución favorable.

Taller de Gregorio Fernández. Inmaculada
Museo Nacional de Escultura, Valladolid
Tras la difusión en Córdoba en 1614 y 1615 de un libelo contrario a las tesis "inmaculistas", en el proceso también se implicaría el piadoso rey Felipe III, que en 1617 envió una comisión a Roma para debatir el caso, lo que originó que el papa Paulo V emitiera un decreto que propiciaba el culto público a la Inmaculada Concepción en todo el ámbito católico, al tiempo que condenaba a los "maculistas" a no exponer sus ideas en público. Esta resolución intensificó la alianza entre el sentimiento popular y las instituciones religiosas y civiles, generalizándose en las ciudades andaluzas los juramentos colectivos y los votos concepcionistas, extensivos a hermandades y universidades.
Todo este fenómeno fervoroso quedaría reflejado en el arte barroco del momento, que fiel al valor concedido a las imágenes por los preceptos contrarreformistas, conoció la expansión hasta la saciedad de las representaciones pictóricas y escultóricas de la Inmaculada Concepción, un tema al que no pudieron sustraerse los mejores artistas del momento aportando sus personales modelos, alcanzando gran popularidad las creaciones arquetípicas de Murillo, Zurbarán, Alonso Cano, Martínez Montañés, Pedro Roldán y Pedro de Mena, por citar los más renombrados.            

El sorprendente fenómeno "inmaculista" también favoreció la aparición de un nuevo tipo de monumento sacro que, en forma de columna levantada en las plazas públicas de numerosas poblaciones andaluzas, proclamaba el triunfo de la Inmaculada, siendo erigido el primero de ellos en Granada en 1621. Asimismo, para presidir las procesiones y actos públicos comentados, se generalizaría el uso de los "sinpecados", estandartes con la imagen de la Virgen pintada o bordada, todavía vigentes en la religiosidad andaluza. Incluso han pervivido algunas vistosas tradiciones lúdicas, como la célebre Danza de los Seises, en la que niños ataviados con jubones de color azul celeste y sombreros con plumas danzan ante el altar mayor y una imagen de la Virgen en la catedral de Sevilla en la semana de la Octava de la Inmaculada.

Gregorio Fernández. Inmaculada, 1627, catedral de Astorga
La iconografía "inmaculista" barroca, que continuaría vigente en el siglo XVIII, daría lugar a representaciones de la Virgen acompañada de innumerables atributos simbólicos, en ocasiones inspirados en las letanías del Rosario, e incluso con la plasmación de algunos de los actos multitudinarios celebrados en Sevilla en aquellos días de tanto fervor popular, como lo testimonia el pintor Juan de Roelas.

Si en 1663 de nuevo el rey de España, en este caso Felipe IV, se implicaba en este fenómeno emitiendo una real cédula que prohibía la exposición pública de cualquier tesis contraria a la teoría concepcionista, el colofón lo pondría el papa Inocencio XII en su breve In Excelsa, donde llegaba a equiparar la festividad de la Inmaculada con las festividades marianas de la Natividad y la Asunción. No obstante, sería el papa Pío IX quien en la Bula Inefabilis Deus proclamase oficialmente el dogma de la Inmaculada Concepción en 1854, poniendo fin a un movimiento religioso intensamente respaldado desde España.      

EL ARQUETIPO ESCULTÓRICO DE LA INMACULADA

Como es de suponer, el fervoroso movimiento "inmaculista" también tuvo su incidencia en el resto de España desde los primeros años del siglo XVII, con su correspondiente repercusión en la escuela castellana a cuya cabeza se encontraba el taller de Gregorio Fernández en Valladolid, que se incorporó al movimiento religioso creando un arquetipo personal de diferentes características a las que presentaban los modelos andaluces.

Gregorio Fernández. La Inmaculada presidiendo el retablo mayor
de la iglesia del convento de la Concepción (Santa Teresa), Valladolid
Para constatar estas diferencias, podemos recurrir a los repetidas imágenes que creara en Sevilla el escultor Juan Martínez Montañés, autor de un modelo que alcanzaría un gran fervor popular, para contrastarle con el creado en Valladolid por Gregorio Fernández, de enorme difusión por el norte de España.

Juan Martínez Montañés fue el creador de una Inmaculada de aire clasicista, con la Virgen representada con unos veinte años, de pie y con una marcada disposición de contrapposto sobre una base formada por nubes entre las que aparecen cabezas de querubines. En su composición prevalece el movimiento al presentar la cabeza ligeramente ladeada y con la mirada dirigida hacia abajo con los ojos semientornados, las manos levantadas a la altura del pecho en gesto de oración, pero delicadamente desplazadas hacia la izquierda para romper la simetría, al igual que la pierna izquierda flexionada y adelantada y parte de la melena sobre el hombro derecho. Como indumentaria viste una amplia túnica de cuello muy cerrado que llega a los pies hasta cubrirles, así como un manto que cae desde los hombros y se recoge cruzado al frente bajo el brazo izquierdo formando un conjunto de pliegues diagonales que aumentan su naturalismo, un recurso expresivo utilizado por el escultor para generar un gran dinamismo y dotar de gracia a la figura, que es presentada como la nueva Eva triunfante sobre el mal.

Al igual que los pintores, el escultor incluye una serie de atributos que identifican el dogma de la Inmaculada Concepción, como los querubines en la base, símbolo de gracia divina al estar asistida por Dios, así como la media Luna, un símbolo cristianizado de la antigüedad —presente en la diosa Isis egipcia y en la Artemisa griega— que representa el principio femenino opuesto y complementario al Sol (referido a Cristo en la cosmología cristiana), de modo que se presenta a los fieles como madre universal y dispensadora de gracia. Suele aparecer coronada con doce estrellas, símbolo de las doce tribus de Israel. Se remata con una rica policromía con motivos vegetales en los paños —primaveras— en la que prima el brillo del oro. De sus repetidos modelos el más apreciado es el destinado a la catedral de Sevilla, realizado en 1628 y policromado por Francisco Pacheco (maestro de Velázquez) y Baltasar Quintero, al que la religiosidad popular dio el sobrenombre de "la Cieguecita".


Gregorio Fernández creaba para Castilla un modelo completamente diferente, con María representada en su adolescencia virginal —con unos quince años— y una disposición frontal, simétrica y estática. El rostro, dotado de una belleza ingenua, se dirige al frente, en una ocasiones con la mirada dirigida hacia abajo y en otras elevada al cielo, siempre con un gesto de ensimismamiento y trascendencia. Las manos se juntan en actitud de oración y humildad en el centro del pecho y su melena, extremadamente larga, se derrama simétricamente sobre el manto en forma de largos filamentos ondulados que se continúan por la espalda.

 Es precisamente la disposición del manto y de la túnica lo que define el arquetipo, el primero cayendo en vertical por los lados para quebrarse en la parte inferior en forma de duros pliegues que adquieren un aspecto metálico, con la peculiaridad de aparecer recogido en la espalda con un alfiler, lo mismo que lo hacían las damas de la época, pues la escultura va trabajada al completo por tratarse de imágenes procesionales. El efecto se repite en la túnica, cerrada al cuello y anudada a la cintura por un cíngulo fijado con un lazo, cuyos pliegues también son excesivamente duros y metálicos.

La única diversificación que hizo Gregorio Fernández en el arquetipo por él creado fue la alternancia en la base de los motivos simbólicos. En unos casos coloca tres cabezas de querubines entre nubes, cuyo significado ya se ha explicado, y en otras un monstruo vencido con aspecto de dragón que como la serpiente es símbolo del pecado, de la tentación y la envidia, significando el triunfo sobre el pecado original cometido por Eva, que con la Virgen —la nueva Eva— queda redimido y el mal aplastado. En ambos casos también figura la media luna, símbolo inmaculista por excelencia.

Gregorio Fernández concibe la imagen de la Inmaculada con más connotaciones simbólicas y místicas que naturalistas, aunque la policromía de los paños acusa la tendencia a utilizar colores lisos, blanco para la túnica y azul para el manto, la primera ornamentada con primaverasde gran tamaño y el segundo con motivos menudos y una ancha cenefa con medallones recorriendo los bordes. Fue frecuente que el modelo fernandino se exhibiera en los altares con corona de reina y rodeada de un resplandor que abarca todo el cuerpo como el que presenta el modelo de 1623 del convento de la Concepción, conocido popularmente como convento de Santa Teresa (su cuarta fundación), que constituye una de las versiones1 más bellas salidas de manos del escultor junto con la conservada en la catedral de Astorga, datada en 1627.

Informe y fotografías: J. M. Travieso.

NOTAS

1 BREVE CATÁLOGO DE IMÁGENES DE LA INMACULADA PERTENECIENTES A GREGORIO FERNÁNDEZ:
   * Iglesia de la Vera Cruz, Salamanca.
   * Catedral de Astorga.
   * Iglesia del Carmen Extramuros, Valladolid.
   * Iglesia del convento de la Concepción, Valladolid.
   * Iglesia de Santa Clara, Valladolid.
   * Iglesia de Santa María, Tordehumos (Valladolid).
   * Catedral de Segovia.
   * Convento de la Encarnación, Madrid.
   * Colegio del Corpus Christi, Valencia.
   * Iglesia de Santa Eulalia, Paredes de Nava (Palencia).
   * Iglesia de San Marcelo, León.
   * Museo Diocesano, iglesia de Santo Tomé, Zamora.
   * Convento de Franciscanas Descalzas, Monforte de Lemos (Lugo).

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Exposición: NAZARENUS. SÍMBOLO, ICONOGRAFÍA Y ARTE DEL VIACRUCIS, hasta el 3 de abril 2016

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Semana Santa de Valladolid
SALA MUNICIPAL DE EXPOSICIONES DEL TEATRO CALDERÓN
Del 11 de marzo al 3 de abril 2016

     La muestra exhibe en cinco capítulos cerca de una cincuentena de obras de arte pertenecientes a cofradías, iglesias, conventos y museos de Valladolid que concurren en la cruz como hilo argumental del Viacrucis. Entre sus autores se encuentran Alejo de Vahía, Frans Francken II, Simón de Vos, Luis de Morales, Francisco Rincón, Gregorio Fernández, Pedro de Ávila y Filippo Tarchiani, a los que ponen un contrapunto actual las pinturas de Teresa Peña, Santiago Bellido y Juan Toledano.  

HORARIO DE VISITAS:
De martes a domingos, incluidos festivos, 
de 12 a 14 y de 18,30 a 21,30 horas
Entrada gratuita

Organizan: Junta de Cofradías de Semana Santa, Ayuntamiento de Valladolid y Junta de Castilla y León.




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Música en marzo: SI DOLCE È 'L TORMENTO, de Claudio Monteverdi, interpretado por Marco Beasley

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Grabación realizada en el Festival de Maguelone, Montpellier, junio 2011.

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VIAJE: BRETAÑA, NORMANDÍA Y PAÍSES BAJOS, del 2 al 11 de julio 2016

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PROGRAMA


Sábado, 2 de julio 
Salida en autocar a las 6,30 h. desde la plaza de Colón con dirección a Burdeos. Paradas cada 2-3 horas. Visita a pie a la ciudad de Burdeos. Al finalizar salida hacia Saintes. Cena y alojamiento en el hotel Ibis.

Domingo, 3 de julio 
Visita a los edificios romanos e iglesias románicas de la ciudad de Saintes. A continuación salida hacia la ciudad de La Rochelle y visita a la ciudad medieval. A últimas horas de la tarde salida hacia Nantes. Cena y alojamiento en el hotel Ibis.

Lunes, 4 de julio 
Visita al palacio de los duques de Bretaña, Pasaje Pommeraye, etc., en la ciudad de Nantes. Al finalizar salida hacia la ciudad de Vannes, una de las localidades más atractivas de la costa francesa. Después de comer recorrido por la ciudad de Auray (puerto histórico) y a últimas horas visitaremos los megalitos de Carnac. Al finalizar la visita salida hacia Rennes. Cena y alojamiento.

Martes, 5 de julio 
Visita en la ciudad de Rennes a los palacios del parlamento de Bretaña, Ayuntamiento, San Sauveur y la ciudad medieval. A continuación salida hacia Saint Malo (breve visita), y a continuación traslado a Dinan. Finalizadas las visitas, pernoctaremos en el Arromanches.


Miércoles, 6 de julio 
Salida a primeras horas de la mañana con dirección al parking del Mont Saint Michel. Llegada al Mont Saint Michel y visita al monasterio. Después saldremos hacia Bayeux para contemplar el Tapiz Medieval y la catedral. Hasta de que finalice el día visitaremos el cementerio Americano, en las proximidades de las playas del desembarco. Finalizadas las visitas, saldremos hacia Caen. Cena y alojamiento en el hotel Ibis.


Jueves, 7 de julio 
Visita a la ciudad de Caen y finalizada esta salida hacia Bélgica. Durante el trayecto, visita de alguna catedral gótica del norte de Francia. Llegada a Brujas, cena y alojamiento (opcional, paseo por los canales por la tarde-noche).

Viernes, 8 de julio
Visita guiada a la ciudad de Brujas. Después del almuerzo, salida hacia Gante, con el fin de visitar uno de los más bellos cuadros de la cultura europea: el Cordero Místico de Hubert y Jean van Eyck. A últimas horas de la tarde salida hacia Rotterdam.

Sábado, 9 de julio
Breve visita a la ciudad de Rotterdam, salida hacia las ciudades de Delf (visita a la ciudad) y La Haya, con el fin de contemplar el Museo Mauritshuis, y si hubiese posibilidad visitaríamos igualmente la ciudad en miniatura de Madurodam, llegada a últimas horas de la tarde-noche a Amsterdam.

Domingo, 10 de julio
Programa Domus, con visitas a los museos de Van Goth y Rijksmuseum; paseo en barco por los canales (no incluido), etc.

Lunes, 11 de julio
Visita guiada a la ciudad de Ámsterdam. Visita a la Casa de Ana Frank y de Rembrandt. Al finalizar las visitas, salida hacia el aeropuerto. Embarque en vuelo regular de Air Europa de las 19 horas. Llegada a Madrid y traslado a Valladolid.


PRECIO SOCIO: 1175 € (habitación doble).
PRECIO SOCIO: 1525 € (habitación individual).
PRECIO NO SOCIOS: Suplemento de 50 € sobre los precios indicados.


REQUISITOS: Grupo mínimo 30  y máximo 35 personas.


INCLUYE:
- Autocar español durante todo el circuito.
- Seguro médico de viaje, médico y equipajes.
- 7 noches de hoteles Ibis (**/****) Bélgica y Holanda.
- Régimen de Media pensión / Desayunos y 9 cenas.
- Visitas con guía local en Brujas y Ámsterdam.
- Tasas de aeropuerto y carburantes.
- Facturación equipaje 20 kgs. bodega y 10 equipaje de mano.
- Bolsa de viaje.
- Dossier Domus.
- Vuelo previsto Ámsterdam–Madrid UX (19,15).
- Traslado Barajas–Valladolid.

NO INCLUYE:
- Entradas a monumentos y museos del Circuito.
- Seguro de anulación
- Las comidas del mediodía durante el tour.
- Otros gastos no especificados.
- Paseos en barco por Brujas y Ámsterdam.


INFORMACIÓN Y RESERVA DE PLAZAS: Por correo en la dirección domuspucelae@gmail.com o llamando al teléfono 608 419228 a partir del día 16 de marzo.







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Museo Nacional de Escultura: HORARIO ESPECIAL DE APERTURA EN SEMANA SANTA 2016

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